MADRID 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Miles de personas han salido a la calle este miércoles en Atenas, la capital de Grecia, para exigir justicia un año después del trágico accidente de tren que tuvo lugar en febrero de 2023 en la ciudad de Tempe y que se saldó con 57 muertos, incluidos los dos maquinistas.
Las protestas se han visto seguidas de una huelga de 24 horas protagonizada por profesores, médicos y trabajadores del sector ferroviario. Estos últimos siguen pidiendo aumentos salariales tras el que se ha convertido en el accidente de tren más mortífero de la historia del país.
La huelga ha sido convocada por la Confederación de los Sindicatos de Empleados Públicos (ADEDY), que representa a cerca de medio millón de trabajadores, según informaciones del diario griego 'Kathimerini'. Así, cientos de manifestantes se han unido a la marcha, muchos de ellos estudiantes, quienes se han aproximado a la sede del Parlamento y han escrito en el suelo los nombres de los fallecidos.
Supervivientes y familiares de las víctimas afirman que los políticos, que no pueden ser imputados y únicamente pueden ser investigados por el Parlamento, están siendo protegidos por la legislación y piden que asuman sus responsabilidades por la falta de sistemas de seguridad.
"Como primer ministro, como ciudadano y como padre, comparto el dolor del país", ha declarado el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, en un discurso televisado, en el que ha prometido subsanar las "deficiencias crónicas" del Estado. "Nuestra misión es convertir el dolor en acción", ha dicho.
El tren de pasajeros, que tenía 350 personas a bordo y cubría el trayecto entre Atenas y la ciudad de Salónica, chocó frontalmente con un tren de mercancías, lo que provocó el descarrilamiento de tres vagones. El accidente provocó una ola de protestas contra lo que muchos consideraban como el resultado de décadas de abandono del sector.