BRASILIA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cerca de 4.000 personas han salido a la calle este miércoles en Brasilia para pedir la renuncia de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y de Luiz Inacio Lula da Silva, después del anuncio de la incorporación del expresidente --investigado por corrupción-- al Gobierno.
Miles de personas han protestado frente al Palacio Presidencial y se han dirigido posteriormente a la sede del Congreso Nacional, donde han entonado gritos de "Lula a la cárcel" y se han producido enfrentamientos con las fuerzas del orden, que han tenido que usar sprays de pimienta para disolver a los manifestantes.
Estas protestas tienen lugar horas después de que Rousseff confirmase que Lula --su antecesor inmediato-- se incorporará al Gobierno como jefe de la Casa Civil, convirtiéndose así en aforado en medio de las investigaciones judiciales en su contra por su presunta implicación en la trama corrupta de Petrobras.
Cerca de 30 legisladores han asistido al inicio de la manifestación portando una pancarta con una frase dicha por el propio Lula en el año 1988: "Cuando un pobre roba va a la cárcel, pero cuando un rico roba se convierte en ministro", tal y como informa el diario brasileño 'O Globo'.
Las protestas se han desarrollado de manera pacífica hasta la llegada a la Plaza de los Tres Poderes, donde se han producido varios choques entre los manifestantes y la Policía Militar, que se ha desplazado hasta el lugar y ha rodeado la parte delantera del Congreso.