DALLAS, 13 Jul. (Reuters/EP) -
Miles de agentes de Policía, a los que se han unido centenares de civiles, han atendido este miércoles el funeral de tres de los cinco agentes policiales que fueron asesinados durante una manifestación en la capital del estado de Texas la semana pasada, cuya muerte ha intensificado el debate en Estados Unidos sobre la brutalidad policial y la discriminación racial.
Miles de agentes de Policía han llenado la gran iglesia conocida como The Potter's House para asistir a los funerales de Brent Thompson, Lorne Ahrens y el sargento Michael Smith, del Departamento de Policía de Dallas. Los funerales de los otros dos policías asesinados, Michael Krol y Patrick Zamarripa, se celebrarán la semana que viene.
Los servicios se han celebrado un día después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, alabase en un discurso el heroísmo de los agentes fallecidos y condenase el ataque como "un acto no sólo de violencia demencial sino de odio racial", a la vez que hacía un llamamiento a la unidad nacional.
Los cinco agentes de Policía perdieron la vida la semana pasada a manos de Micah Johnson, un antiguo reservista del Ejército estadounidense, que les disparó mientras se celebraban protestas contra la brutalidad policial de la que son víctimas los negros en Estados Unidos. Johnson declaró a la Policía que estaba muy enfadado por la muerte de negros a manos de la Policía y que quería "matar a hombres blancos".
Los agentes fallecidos estaban patrullando una manifestación convocada por el movimiento 'Black Lives Matter' en el centro de Dallas, por las muertes de Alton Sterling y Philando Castile, dos hombres negros asesinados por policías blancos en Louisiana y Minnesota a principios de la semana pasada.
Sterling, de 37 años, murió el pasado 5 de julio tras recibir múltiples disparos en la cabeza a manos de dos policías blancos a las afueras de una tienda de alimentación en Baton Rouge, en Louisiana. El mismo día, en Minneapolis, Castile, de 32 años, perdió la vida tras ser disparado por un agente blanco durante un control de tráfico, en el que intentó explicarle al policía que tenía un arma en la guantera con su correspondiente licencia.
Estos dos asesinatos han sido los últimos de toda una serie de muertes de hombres negros a manos de policías blancos, que han provocado un fuerte rechazo por el abuso de la fuerza contra hombres de raza negra.
"QUEREMOS JUSTICIA"
En Baton Rouge, Cameron Sterling, el hijo de 15 años del fallecido en Lousiana, ha hecho un llamamiento contra la violencia: "Siento que la gente en general, independientemente de su raza, debería unirse como una familia. Quiero que todo el mundo proteste de la manera adecuada. Manifestémonos pacíficamente, sin violencia de ningún tipo", ha declarado el joven.
El abogado del hijo de Sterling, Justin Bamberg, ha declarado que espera que el agente de Policía que disparó al padre de su cliente sea acusado formalmente de asesinato y que se lleve a cabo una investigación sobre el caso. "Queremos justicia. Queremos una sentencia", ha afirmado.
El abogado del agente que asesinó a Sterling ha negado que la raza fuera un factor que impulsase a su cliente a disparar.
Las protestas contra la brutalidad policial han continuado este miércoles en Minneapolis, donde un grupo de varias decenas de personas ha bloqueado durante varios minutos una autopista al sur de la ciudad dados de la mano y gritando "Black Lives Matter".