TÚNEZ, 25 Feb. (Reuters/EP) -
Miles de policías tunecinos han protestado este jueves frente a la oficina del primer ministro, Habib Essid, para exigir un mayor salario y mejores condiciones de trabajo, en un momento en que tienen que enfrentarse a la amenaza islamista en el país.
"¡Dimite!", "¡Devuélvenos nuestros derechos!", han coreado los manifestantes durante su segunda protesta que ha puesto a prueba a Essid, cuyo Gobierno está intentando calmar todavía las tensiones causadas por las protestas del pasado 25 de enero.
"Hemos salido por segunda vez porque el Gobierno no quiere entenderlo. Exigimos nuestros derechos financieros, merecemos un mejor salario y primas de riesgo", ha explicado a Reuters el secretario general del sindicato de la Policía, Chokri Hamada.
Desde la primavera árabe de 2011, Túnez ha sido aclamado como modelo de transición democrática, con elecciones libres y una nueva Constitución. Sin embargo, no ha conseguido progresar económicamente, no ha reformado el gasto público, no ha reducido el déficit y no ha creado puestos de trabajo.
Actualmente, el Gobierno se enfrenta a varios desafíos, entre ellos la división del partido gobernante Nidaa Tounes, la insurgencia de los milicianos islamistas, una economía débil y el aumento de la tensión entre los jóvenes por la falta de trabajo.
El pasado 19 de enero, miles de jóvenes tomaron las calles para protestar por el desempleo tras el suicidio de un joven después de que las autoridades locales rechazaran su solicitud para acceder a un empleo público. Estas protestas se extendieron por todo el país y el Gobierno decretó el toque de queda a nivel nacional.
Por otro lado, el grupo terrorista Estado Islámico está avanzando en Túnez. El 26 de junio de 2015, el grupo terrorista atentó contra un hotel en la ciudad de Susa matando a 38 personas, y el 18 de marzo contra el Museo Nacional del Bardo, en la capital, en donde murieron 21 personas. Ambos atentados afectaron a la industria del turismo, que es la mayor fuente de empleo e ingresos del país.