LONDRES, 8 May. (EUROPA PRESS) -
El candidato laborista en las generales británicas de este jueves, Ed Miliband, presenta esta jornada su dimisión como líder de la oposición después de que los resultados otorgasen una inesperada mayoría absoluta a los conservadores, tras meses en los que las encuestas habían anticipado un empate técnico entre ambas fuerzas políticas.
Según avanza la BBC citando fuentes del partido, Miliband tiene la decisión tomada y ha informado ya a su formación, que se enfrenta así al tercer proceso sucesorio en menos de una década, después de que Tony Blair hubiese entregado el timón en 2007 a Gordon Brown y la salida de este hace cinco años, cuando la formación registró su segundo peor resultado electoral en ocho décadas, situase al ayer aspirante al frente para los años en la oposición.
No en vano, el balance de Miliband en las urnas es peor que el de Brown, puesto que si éste había logrado 258 diputados, su sucesor, a la espera de la conclusión del escrutinio definitivo, no llegará a los 235. Con todo, debido a la particularidad del sistema electoral británico, se da la peculiaridad de que los laboristas mejoraron su porcentaje de voto con respecto a hace cinco años.
En su primera intervención, el candidato había reconocido que la noche electoral había resultado "decepcionante y difícil" para su formación, que vio cómo las expectativas que las encuestas les habían dado de formar gobierno se esfumaban al cierre mismo de los colegios electorales.
CAÍDA EN TODOS LOS FRENTES
Miliband admitió que su partido no obtuvo "las ganancias esperadas en Inglaterra y Gales", si bien el golpe mayor ha sido en Escocia, hasta ahora bastión laborista y donde el Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) se ha llevado 56 de los 59 asientos en juego.
Como consecuencia, las voces que reclamaban la salida de Miliband aumentaron de volumen a medida que avanzaba el recuento y las especulaciones apuntaban insistentemente a una salida del líder que BBC da por confirmada ya.
El candidato laborista cerraría así un ciclo de cinco años que había inaugurado tras una lucha fraterna contra su hermano David, ex ministro de Exteriores, a quien se impuso contra todo pronóstico en la carrera por el liderazgo por un margen de un escaso 1,4 por ciento de diferencia.