Al menos 20 personas han muerto y 70 han resultado heridos en los combates contra Ansar al Sharia
MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La milicia liderada por el general renegado Jalifa Haftar ha anunciado que controla ya la mayoría de los distritos de la ciudad de Benghazi (este), la segunda más poblada de Libia, tras los enfrentamientos entre los milicianos de Haftar, secundados por el Ejército, y el grupo armado islamista Ansar al Sharia. Fuentes médicas consultadas por Reuters han informado de la muerte de al menos 20 muertos y 70 heridos por los combates.
Un portavoz de Haftar, Mohamed Hejaz, ha asegurado en concreto que el grupo controla el 80 por ciento de la ciudad y que se dispone a expulsar a Ansar al Sharia y a sus afines de la ciudad, según recoge el diario 'Libya Herald'.
Las fuerzas de Haftar, autodenominadas Ejército Nacional Libio, iniciaron una ofensiva sobre las 4.00 horas de la pasada madrugada y, en respuesta, Ansar al Sharia atacó la base de la Brigada de los Mártires de Zawiya, fuerzas especiales integradas en el Ejército libio que hace dos semanas proclamaron su lealtad a Haftar. En los enfrentamientos han participado helicópteros aliados de Haftar.
Los combates, los más intensos de los últimos meses, se han desarrollado en zonas residenciales de la ciudad, la segunda más poblada del país, por lo que la población ha quedado atrapada en el fuego cruzado. La violencia se ha cobrado además 18 heridos en la localidad de Al Marj, al este de Benghazi.
La portavoz del Hospital Jalaa, Fadia Bughaigis, ha indicado al diario 'Libya Herald' que el centro ha recibido ocho muertos y quince heridos. Entre los fallecidos, ha precisado, había siete soldados leales a Haftar y un conductor de ambulancia.
Por su parte, el portavoz del Centro Médico Benghazi (BMC) ha confirmado que ha recibido a siete muertos y 28 heridos. Entre los fallecidos, figuran algunos niños, pero no ha dado cifras exactas. De acuerdo el portavoz, el hijo del director del centro, un estudiante de 17 años, también está entre los fallecidos, después de que un proyectil cayera en su casa.