BEIRUT 26 Mar. (Reuters/EP) -
Los milicianos del grupo rebelde Jaish al Islam no abandonarán la región siria de Ghuta Oriental para trasladarse a otras partes del país controladas por la oposición, tal y como han hecho otros grupos en la zona, según ha informado este domingo el portavoz Hamza Birqdar.
Tras un mes de operaciones y acuerdos con milicianos rebeldes, las fuerzas gubernamentales han logrado hacerse con el control de la práctica totalidad del que constituye el último enclave de los rebeldes que combaten contra las fuerzas del presidente sirio, Bashar al Assad.
Jaish al Islam se encuentra actualmente inmerso en las negociaciones sobre el futuro de la zona con el Gobierno ruso, aliado del dirigente sirio.
"Las negociaciones están en marcha y giran en torno a quedarse en Ghuta o no quedarse", ha indicado Birqdar, que ha acusado al Gobierno sirio de tratar de modificar la demografía de Ghuta Oriental mediante la expulsión de los residentes, a los que habría reemplazado con aliados.
En este sentido, ha asegurado que ha instado a Rusia a garantizar que la población local puede permanecer en la zona.
Otros grupos rebeldes como Ahrar al Sham y Failq al Rahman han aceptado acuerdos con el Gobierno ruso para retirarse de Ghuta Oriental y trasladarse a la provincia de Idlib, que se encuentra en el noroeste de Siria bajo control insurgente.
Según el Ministerio de Defensa ruso, que supervisa el proceso de evacuación de personas en este enclave de la periferia de Damasco, cerca de 1.900 milicianos rebeldes y sus familias han abandonado recientemente Ghuta Oriental y se han desplazado a Idlib.
Alrededor de 700 personas abandonaron el sábado la región siria por el corredor humanitario Muhayam al Wafedin, según datos del Centro para la Reconciliación en Siria, que estima que ya son más de 100.000 los evacuados desde la apertura de los pasos de salida de la zona asediada por el Gobierno sirio.