SANÁ 21 Ene. (Reuters/EP) -
Milicianos huthis están custodiando este miércoles la residencia del presidente yemení, Abd Rabu Mansur Hadi, pero han asegurado que no le han derrocado, después de dos días de enfrentamientos en Saná que han dado al grupo chií el control de la capital.
Los huthis, que mantienen buena relación con Irán, han emergido como la fuerza dominante en el país pero, por ahora al menos, parecen haber decidido no derrocar a Hadi, posiblemente optando por mantener al debilitado presidente a su merced en lugar de adumir el peso de tomar el poder.
Su derrota de la guardia presidencia en tiroteos y disparos de artillería en los últimos días incrementa la inestabilidad en el país, donde además opera Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), considerada la rama más activa de la organización fundada por Usama bin Laden.
Tras los enfrentamientos en la residencia del presidente el martes, el líder de los huthis amenazó en un discurso durante la noche con adoptar más "medidas" a menos que Hadi se plegue a su demanda de cambios constitucionales que incrementarían el poder de los huthis.
A primera hora de este miércoles, milicianos huthis, acompañados por un vehículo blindado, habían reemplazado a los guardias en la residencia presidencial. Los puestos de centinela de la guardia presidencial estaban inicialmente vacíos, sin embargo posteriormente aparecieron algunos guardias y se les permitió que tomaran sus posiciones.
HADI, EN SU RESIDENCIA
"El presidente Hadi sigue en su residencia. No hay ningun problema, puede salir", ha indicado Mohamed al Bujaiti, miembro del 'politburo' de los huthis, a Reuters.
En su discurso televisado, su líder, Abdel-Malek al Huthi, advirtió a Hadi de que tiene que aplicar el acuerdo de reparto de poder alcanzado cuando sus hombres tomaron la capital el pasado mes de septiembre.
"No dudaremos en imponer ninguna medida necesaria para aplicar el acuerdo de paz y asociación", aseguró. "Todas las opciones están abiertas y sin excepción y el umbral está muy alto. Y por ello, aconsejo aquí al presidente (...) que aplique este acuerdo. Es por vuestro beneficio y por el beneficio de vuestro pueblo", añadió. El acuerdo da al grupo chií, que toma su nombre del apellido de su líder, un papel en todos los órganos militares y civiles del país.