MADRID 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un portavoz de las fuerzas de Resistencia Popular que combaten en Yemen ha asegurado que las operaciones militares continuarán hasta la liberación de la capital, Saná, tan solo un día después de que Arabia Saudí aceptara la propuesta del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, de buscar vías para retomar el diálogo de paz.
La guerra civil en Yemen se desató en marzo de 2015 y ha enfrentado a las fuerzas huthis, respaldadas por Irán, contra el Gobierno del presidente, Abdu Rabbu Mansur Hadi, y sus aliado, entre los que se encuentran las fuerzas de Resistencia Popular y la coalición internacional liderada por Arabia Saudí. En menos de año y medio de enfrentamientos han muerto 6.500 yemeníes, al menos 3.799 civiles, según la ONU.
Kerry llegó a Arabia Saudí este miércoles para discutir con los saudíes y otros países del Golfo posibles propuestas para buscar la paz en Yemen y crear un Gobierno de unidad entre los huthis y el Ejecutivo de Mansur, que se vio obligado a huir, primero a Adén y luego a Riad, cuando los huthis llegaron a Saná, en septiembre de 2014.
Los saudíes han aceptado las propuestas de Kerry como un primer paso para poner fin a un conflicto que indigna a la comunidad internacional por el elevado número de bajas civiles, pero las fuerzas de Resistencia Popular, que también luchan a favor de Mansur, han asegurado que "continuarán hasta que todos los distritos y gobernaciones sean liberados y se llegue a la capital", según ha informado Al Arabiya.
En los últimos combates, las fuerzas de Resistencia Popular han asegurado las zonas montañosas cercanas a las ciudades de Nehem y Taiz, mientras que la coalición saudí ha bombardeado la academia de aviación, así como las reservas de defensa aérea y del Ejército.
Este viernes, la ONG Human Rights Watch ha pedido al Consejo de la ONU para los Derechos Humanos que lleve a cabo una investigación internacional sobre los abusos cometidos contra la población civil en Yemen, sumándose así a una petición similar realizada el jueves por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.