BAGDAD/ERBIL (IRAK), 6 (Reuters/EP)
El líder de la principal milicia chií, Hadi al Amiri, ha criticado al Ejército iraquí por la estrategia de mover a una brigada acorazada a la zona de Majmour, cerca de Mosul, mientras que sigue vigente la batalla contra el Estado Islámico en Faluya.
"Desgraciadamente hay una falta de una planificación precisa para las operaciones militares", ha declarado Al Amiri, quien lidera la Organización Badr. "Creo que movilizar tantos vehículos acorazados a Majmour para preparar la batalla de Mosul es dejar de lado la de Faluya", ha añadido.
La Organización Badr es el componente más amplio de la Movilización Popular, un grupo de diversas milicias que han estado combatiendo junto al Ejército iraquí por Faluya junto a la ayuda que han aportado los bombarderos de la coalición liderada por Estados Unidos.
Al Amiri además ha acusado a las autoridades iraquíes de tomar la decisión estratégica respondiendo a ciertas presiones por parte de Estados Unidos.
Un portavoz del Ejército iraquí ha declarado que la reubicación de las tropas no afectará a la campaña para controlar Faluya, que lleva dos años bajo el control del Estado Islámico.
Este tipo de acciones demuestran las prioridades divergentes entre los combatientes chiíes y el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, un chií que fue elegido en 2014 bajo la promesa de reparar la discordia con la minoría suní.
BASTIÓN HISTÓRICO
La ciudad de Faluya se encuentra a 50 kilómetros al oeste de Bagdad y es un símbolo histórico de la insurgencia suní contra la ocupación de Estados Unidos y contra las autoridades chiíes que gobernaron el país después de la caída de Sadam Hussein.
Los políticos suníes han mostrado sus recelos hacia la participación de las milicias chiíes en el combate contra el Estado Islámico, temiendo que el combate reabra ciertas heridas sectarias. Es por eso por lo que las milicias chiíes no han participado directamente en el ataque a Faluya sino que se han limitado a asegurar el terreno reconquistado por el Ejército iraquí.
Al Amiri es el segundo oficial de los combatientes chiíes que ha hecho público su descontento con la forma en la que se está atacando a la ciudad de Faluya. El pasado viernes, un portavoz de la organización declaró que las operaciones se estaban estancando y pidió a Al Abadi que retomara la ofensiva.
El pasado 1 de junio, Al Abadi aseguró que el Ejército había ralentizado su ataque para garantizar la seguridad de las miles de personas civiles que se encuentran atrapadas en la ciudad, con un acceso limitado a agua, comida y sanidad.
Varios miembros del Ejército iraquí confirmaron que una brigada acorazada había llegado la noche del domingo a la ciudad de Majmour como parte de la preparación de una ofensiva para tomar un aeródromo que se encuentra en Qayara y que más tarde será usado para atacar Mosul.
El portavoz del Ejército iraquí, Yahya Rasool, ha quitado hierro al asunto alegando que la movilización no alteraría de ninguna manera los resultados del combate en Faluya. "Las fuerzas cercanas a Faluya están logrando victorias y nos estamos acercando al centro de la ciudad", ha declarado.
La ciudad fue la primera en ser capturada por el Estado Islámico en Irak, en enero de 2014 y seis meses antes de que el grupo terrorista proclamara su califato en territorios entre Siria e Irak. Al Abadi había asegurado que 2016 sería el año de la "victoria final" sobre el Estado Islámico y la conquista de Mosul.
Al Abadi ordenó la ofensiva sobre Faluya tras una serie de atentados perpetrados por el grupo terrorista en distritos chiíes de Bagdad. Su decisión parece haber ido en contra de los planes de sus aliados estadounidenses que hubieran preferido un ataque a Mosul que arriesgar a perder potencia en Faluya.