NUEVA YORK, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
Integrantes de una autoproclamada milicia estadounidense han tomado esta pasada noche la sede del Refugio de Vida Salvaje Malheur, en el estado de Oregon (noroeste de EEUU), para pedir la liberación de dos miembros de una familia de granjeros muy influyente en la comunidad local recientemente condenados a prisión, en un suceso que pone de manifiesto las tensiones existentes entre el Gobierno federal y las pequeñas comunidades norteamericanas.
Al frente de los ocupantes se encuentra Ammon Bundy, un granjero enormemente conocido en todo el estado al llevar su familia más de 20 años enzarzada con el Gobierno federal por una disputa sobre tarifas de pastos. Bundy ha indicado que hasta un centenar de milicianos se encuentran atrincherados en el interior del edificio y no descartan el uso de la violencia si la Policía intenta sacarlos por la fuerza.
"Ahora mismo se está llevando a cabo un esfuerzo colectivo de múltiples agencias para solucionar esta situación. De momento, pedimos a todo el mundo que se aleje de la zona y hagan un pacífico frente unido mientras resolvemos la situación", ha declarado el sheriff del condado de Harney, Dave Ward, al diario 'The Oregonian'.
Con esta acción, los milicianos quieren reivindicar la situación en la que se encuentran el granjero Dwight Hammond Jr., de 73 años, y su hijo Steve, de 46, quienes desde hace años llevan enzarzados en una disputa con el Gobierno federal por la existencia de este refugio de aves migratorias cercano a sus tierras.
"Esta instalación", ha declarado a los medios Ammon Bundy, "ha sido la herramienta a través de la cual se ha ejercido toda la tiranía que han padecido los Hammond".
Los Hammond se enfrentan a una condena aproximada de cuatro años de cárcel por un delito de incendio provocado en 2001, cuando intentaron quemar unos arbustos para expandir los pastos de su ganado. Las llamas, sin embargo, se extendieron a territorio protegido por el Gobierno estadounidense, lo que, bajo una enmienda de 1996, podría ser catalogado de terrorismo doméstico.
A pesar de que los fiscales han asegurado que en modo alguno se está juzgando a los Hammond como terroristas, los vecinos y amigos de los dos granjeros creen que se trata una persecución contra la familia destinada a restringir, en términos generales, las libertades de los granjeros del estado.
"Aquí es donde 'nos jugamos los cuartos'", declaró el presidente de la Oficina de Granjas de Oregon, Barry Bushue. "Me parece increíble que el Gobierno esté juzgando a los Hammond como terroristas y creo que el pueblo debería expresar completamente su rechazo a esta situación", declaró.