BAMAKO, 19 Jun. (Reuters/EP) -
Milicias progubernamentales se han retirado este viernes de Menaka, una ciudad estratégica en el norte de Malí, lo que elimina un obstáculo clave para avanzar en el acuerdo de paz auspiciado por la ONU y que finalmente será firmado este fin de semana.
La mayoría de separatistas tuaregs, que han rechazado firmar las versiones anteriores del tratado, han dicho que no llegarán a un acuerdo si los grupos rivales leales al Gobierno de Malí no se retiran de la ciudad de Menaka.
El Ejército maliense y fuentes de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) han confirmado la retirada este viernes.
"Hemos entregado el control de la ciudad a la MINUSMA y al Ejército de Malí y nos hemos ido", ha asegurado Fahad Ag al Mahamud, secretario general de un grupo armado pro-Bamako llamado GATIA.
El enviado especial de la ONU para la misión de Malí, Mongi Hamdi, ha afirmado que la salida de Menaka está clara y es una señal tranquilizadora de que el proceso de paz está en camino.
"Vamos a firmar el acuerdo de paz mañana en Bamako", ha asegurado Zeina Ag Mohamed, delegada de la Coordinadora de Movimientos del Azawad (CMA)-- una organización que engloba a tuaregs y grupos separatistas--.
La desértica zona del norte de Malí es hogar de varios grupos armados que se enfrentan desde hace dos meses para tomar el control de la ciudad estratégica de Menaka.
Las potencias occidentales esperan que la firma del tratado de paz previsto para el sábado se centre en combatir a las milicias islamistas que están emergiendo como consecuencia del caos y han perpetrado varios ataques contra objetivos de la ONU.
Como ejemplo de estos desafíos de seguridad, un hombre no identificado ha atacado un convoy de Naciones Unidas cerca de la ciudad de Gao, según fuentes de seguridad quienes han detallado que no ha habido ningún muerto.
Milicianos vinculados a Al Qaeda, que controlaron el norte durante un periodo breve de tiempo hasta la intervención del Ejército francés en 2013, se han expandido hacia Costa de Marfil y Burkina Faso en los últimos meses y han lanzado varios ataques en la capital Bamako.