MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Save the Children ha avisado este miércoles de que millones de niños están en riesgo de sufrir pobreza y hambre en India ante la grave crisis que sufre el país por la propagación de la COVID-19.
India ya tiene la población más grande que enfrenta escasez de alimentos en el mundo: se estima que 189 millones de personas en este país ya sufrían desnutrición antes de la pandemia. Save the Children teme que, debido al impacto de la COVID-19 en la salud de la población y en la economía, esta escasez de alimentos pueda aumentar aún más.
La organización señala que el incremento de la pobreza, la falta de acceso a los alimentos y la saturación del sistema de salud durante un periodo de tiempo prolongado podrían tener un efecto "devastador" en la vida de millones de niños y niñas.
Así, es posible que la infancia que esté enferma no reciba el tratamiento que necesita porque los hospitales están desbordados por los casos de COVID-19 o que los niños pueden verse obligados a abandonar la escuela y ponerse a trabajar para ayudar a la economía familiar durante la crisis.
"La pandemia ha revertido gran parte del progreso que India había logrado en la reducción de la pobreza", ha señalado el director ejecutivo de Save the Children en India, Sudarshan Suchi. "Estamos muy preocupados porque un sistema de salud sobrecargado no podrá proteger a las personas más vulnerables y esto dejará a muchos niños y niñas sin sus seres queridos", ha agregado.
La organización, que ha mostrado su "preocupación" por el "enorme incremento" de los contagios en el país asiático, ha puesto el foco en las medidas de contención de la pandemia y su "impacto duradero" en la vida de los niños y las familias.
Una investigación publicada el mes pasado demostró que la tasa de pobreza de India podría aumentar hasta un 0,6 por ciento con medidas de control limitadas que durasen al menos 12 meses y que podría subir casi un 7 por ciento si se introducen medidas de control estrictas.
En este sentido, Save the Children ha recordado que el número de muertes en el país ya ha superado las 200.000 esta semana y que se han tomado medidas de control estrictas para controlar la propagación del virus.
"A medida que la crisis en India continúa descontroladamente, su impacto en la infancia es cada vez más grave", ha aseverado Suchi. "Los cierres son necesarios para controlar la propagación del virus, pero las medidas de control tienen consecuencias inevitables, que tendrán un impacto duradero en la infancia y las familias, arrastrando a millones de ellas a la pobreza", ha agregado.
La organización ha señalado que la infancia que no asiste a la escuela corre un mayor riesgo de ser víctima de distintas formas de violencia como el matrimonio precoz, infantil y forzoso, los abusos, el trabajo infantil o la explotación.
Asimismo, y aunque los niños tienen un menor riesgo de contraer la COVID-19, no son inmunes a las consecuencias, ya que sus familias, maestros y líderes comunitarios pueden caer enfermos y no tendrían a nadie que cuidase de ellos.
Save the Children trabaja en "estrecha colaboración" con los ministerios gubernamentales de India para responder a la crisis generando conciencia sobre la prevención, las medidas de control y las vacunas y también trabaja para proteger a la infancia de la explotación, el trabajo infantil y el matrimonio infantil.
Así, planea intensificar sus programas de salud para brindar apoyo médico urgente que salve vidas, como centros de cuarentena, ambulancias, alimentos y apoyo psicosocial para los niños y las niñas. Save the Children aboga por la aceptación pública de las medidas de seguridad contra la COVID-19 y, en este sentido, lidera campañas de concienciación para alentar a las personas de 18 a 45 años a vacunarse, cuando sean seleccionados para la vacunación a partir del 1 de mayo.