MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Más de tres millones de marroquíes han participado este domingo en Rabat en una marcha convocada por partidos, sindicatos y organizaciones civiles para condenar la postura del secretario seneral de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, a favor de la reanudación de las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario para solventar la "trágica situación del pueblo saharaui", como describió en su día.
"En un arrebato de patriotismo sin precedentes que recuerda la gloriosa Marcha Verde, millones de marroquíes llegaron en grupos, familias enteras o en forma individual, en tren, coche o autobús para reafirmar personalmente el consenso nacional sobre la integridad territorial de su país", narró la agencia oficial de noticias marroquí, MAP.
Las cifras de asistencia no se han podido confirmar de manera independiente, según ha precisado la agencia Reuters, donde la figura del monarca alauí, Mohamed VI, ha cobrado una especial presencia como abanderado de la "integridad territorial marroquí".
Los participantes en esta "marea humana", como lo describe la MAP, marcharon al grito de "Assahra Sahraouna Wal Malik Malikouna" (Nuestro Sáhara, Nuestro Rey), "Viva el Rey", "Ban Ki-moon es un peligro" o "Sahara marroquí".
La semana pasada, sin ir más lejos, el Gobierno marroquí expresó su "gran estupefacción" por los "excesos verbales, los hechos consumados y los gestos de complacencia injustificados" por parte de Ban después de que éste realizara su primera visita a los campamentos saharauis en sus diez años de mandato.
A pesar de la intención de Ban de relanzar las conversaciones, ninguna de las partes se ha movido de las posiciones ya conocidas. Así, mientras que el Gobierno de Marruecos tan sólo contempla una autonomía limitada para la antigua colonia española, el Frente Polisario defiende un referéndum que contemple la independencia.
Así, el pasado día 9 de marzo, Rabat manifestó su malestar por las declaraciones del secretario general respecto al Sáhara, que ha considerado "inapropiadas políticamente, inéditas en los anales de sus predecesores y contrarias a las resoluciones del Consejo de Seguridad".
También le reprochó el que no planteara "la cuestión de las violaciones masivas de los Derechos Humanos en los campamentos de Tinduf" ni hablara del presunto desvío de la ayuda internacional destinada a los saharauis por parte del Frente Polisario.