ANKARA 22 Sep. (Reuters/EP) -
El Ministerio de Trabajo de Turquía ha despedido hasta la fecha a más de 700 funcionarios por su supuesta relación con el clérigo islamista Fetulá Gulen, al que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusa de haber orquestado el intento fallido de golpe de Estado que tuvo lugar el pasado 15 de julio.
Alrededor de 100.000 personas --militares, funcionarios, profesores, policías y miembros de la judicatura-- han sido despedidas o relevadas por el Gobierno turco tras la asonada militar, acusadas de pertenecer al movimiento Hizmet (Servicio), liderado por Gulen.
El ministro de Trabajo turco, Mehmet Muezzinoglu, ha declarado este jueves que su Ministerio ha despedido a más de 785 personas por su relación con Gulen y que otras 319 están siendo investigadas.
Por otra parte, la purga que ha estado realizando Erdogan para "limpiar" su Administración, ha dejado tras de sí miles de arrestos. El pasado 2 de septiembre, las autoridades turcas anunciaron que habían tenido que liberar a más de 30.000 presos para hacer sitio en las cárceles para los miles de detenidos a raíz del golpe.
Gulen, antiguo aliado de Erdogan, vive desde 1999 exiliado en Estados Unidos para evitar la persecución por parte de las autoridades turcas. El Gobierno de Erdogan, que culpa a Gulen por el golpe de Estado, en el que perdieron la vida más de 200 personas, ha solicitado en más de una ocasión al Gobierno estadounidense que extradite al clérigo islamista.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación ante la envergadura de la purga, que no sólo han afectado a los seguidores de Gulen, sino que también ha sido contra miles de personas acusadas de pertenecer al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Muchos sectores alegan que Erdogan está utilizando el fallido golpe de Estado como un pretexto para acabar con cualquier disidencia.