BRUSELAS 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Energía y Medio Ambiente de Bélgica, Marie-Christine Marghem, ha desmentido que sea partidaria de relajar el objetivo de emisiones de gases de efecto invernadero de Bélgica y ha destacado su "determinación" para hacer que el país sea "un ejemplo" en materia de lucha contra el cambio climático.
Según habían publicado medios locales este martes, citando a su portavoz, la ministra había abogado por negociar con la Unión Europea el recorte del 35% en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que el bloque comunitario exige a Bélgica para 2030, aduciendo que Bruselas "tiene poco en cuenta el hecho" de que se trata de una país "de tránsito" con "muchos camiones extranjeros y una infraestructura envejecida".
En un comunicado, la ministra ha subrayado que desea "fervientemente" crear las condiciones para poner en marcha un "cuadro de inversiones estable y claro" que permita la transición energética y respete el acuerdo internacional contra el cambio climático de París.
Además, ha añadido que el Gobierno "está totalmente comprometido" con las entidades federales "en el marco del pacto energético que permitirá alcanzar nuestros objetivos en materia de disminución de gases de efecto invernadero".
"Por tanto es falso pretender que Bélgica quiera renegociar con Europa el porcentaje de esfuerzo que debe realizar entre 2021 y 2030 con respecto a la reducción de gases de efecto invernadero", ha enfatizado la ministra en el texto. El Gobierno federal ya había salido al paso de las informaciones afirmando que la postura de la ministra de Medio Ambiente no representaba la opinión del Ejecutivo.
El reparto de esfuerzos de reducción de dióxido de carbono (CO2) entre los países de la Unión Europea exige a Bélgica un recorte del 35% para 2030 en los sectores del transporte, la agricultura, la vivienda y la gestión de residuos.
Estos sectores son responsables de cerca del 60% de las emisiones totales de la UE y el objetivo del bloque comunitario es reducirlas en un 30% en 2030. La meta global de la UE para ese mismo año es recortar sus emisiones totales en un 40%.