MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong Ho, ha afirmado este jueves que el país podría llevar a cabo una prueba con bomba de hidrógeno en el océano Pacífico en el marco de "las contramedidas más duras" contra Estados Unidos anunciadas por el líder del país, Kim Jong Un.
"Podría ser la detonación más potente de una bomba de hidrógeno en el Pacífico. No tenemos idea de qué acciones se tomarán, ya que serán ordenadas por Kim Jong Un", ha dicho, según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Kim ha advertido de que está considerando "las contramedidas más duras de la historia" contra Estados Unidos en respuesta a las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en las que se mostró dispuesto a "destruir totalmente" el país asiático si continúa con sus amenazas.
"Mientras Trump siga siendo la cara del mundo y después de que haya denunciado e insultado al Estado (norcoreano), formulando la declaración de guerra más brutal de erradicar nuestra república, consideraré el más alto nivel de duras contramedidas en la historia", ha dicho en su comunicado.
"Pienso mucho en qué respuesta esperaba (Trump) cuando permitió que semejantes declaraciones excéntricas salieran de su boca", ha afirmado, tal y como ha recogido la agencia estatal norcoreana de noticias, KCNA.
"Sea lo que sea lo que esperaba Trump, hará frente a resultados más allá de sus expectativas", ha añadido Kim, quien ha descrito además al presidente estadounidense como "una persona trastornada" y "senil".
Por ello, Kim ha asegurado que las palabras del presidente estadounidense le han "convencido" de que su decisión de mantener los programas de desarrollo nuclear y balístico "es la correcta y es la que hay que seguir hasta el final".
"Desde que ha asumido el poder, Trump ha sido incansable con sus amenazas y chantajes contra todos los países del mundo. No está capacitado para tener las prerrogativas sobre el mando supremo de un país, y es más un canalla y un gángster al que le gusta jugar con fuego que un político", ha criticado.
"Como un hombre que representa a Corea del Norte y en nombre de la dignidad y el honor de mi Estado, mi pueblo y yo mismo, haré que el hombre que tiene la prerrogativa sobre el mando supremo en Estados Unidos pague un alto precio por su discurso abogando por destruir totalmente a Corea del Norte", ha recalcado.
"No es una expresión retórica como las que le gustan a Trump. Domesticaré definitivamente al trastornado y senil estadounidense", ha remachado.
NUEVAS SANCIONES DE EEUU
El comunicado ha sido publicado horas después de que el propio Trump firmara una orden ejecutiva que abre la puerta a añadir nuevas sanciones contra personas y entidades vinculadas al Gobierno de Corea del Norte, en un nuevo intento por contener su carrera nuclear y armamentística mediante una vía que, de momento, no ha hecho caer a Pyongyang.
"Hoy anuncio una nueva orden ejecutiva, recién firmada, que amplía considerablemente nuestra capacidad para señalar a compañías, instituciones financieras, que financien y comercien con Corea del Norte", afirmó Trump, poco antes de mantener un almuerzo con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y el presidente surcoreano, Moon Jae In.
Con este decreto, Trump aspira a "cortar todas las fuentes de ingresos que financian los trabajos de Corea del Norte para desarrollar las armas más mortíferas conocidas por la humanidad".
El presidente sitúa en el punto de mira a la industria textil, pesquera, manufacturera y de tecnologías de la información y ha señalado que el Departamento del Tesoro norteamericano tendría potestad para sancionar a bancos extranjeros que realicen transacciones vinculadas al comercio norcoreano. Washington, sin embargo, deja fuera el sector petrolero.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por unanimidad imponer a Corea del Norte el paquete de sanciones más duro contra el país hasta la fecha.
Corea del Norte ha llevado a cabo en los últimos años numerosas pruebas nucleares y balísticas --incluido un ensayo nuclear el 3 de septiembre-- que se han traducido en un endurecimiento del régimen de sanciones internacionales, lo que no ha servido para disuadir a Kim Jong Un.
Las autoridades norcoreanas justifican su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.