MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Finanzas de Israel, el ultraderechista Bezalel Smotrich, ha descrito este martes al presidente del país, Isaac Herzog, como un "izquierdista" y ha sostenido que no puede ejercer de mediador en las conversaciones con la oposición en torno a la polémica reforma judicial.
"Recuerdo que el presidente publicó su postura (sobre la reforma) de forma unilateral. Está alineado con la izquierda al cien por cien", ha señalado en declaraciones concedidas a la emisora israelí Kol BaRama, de línea ultraortodoxa. "El presidente es un izquierdista y, desafortunadamente, está fracasando a la hora de ser un mediador justo", ha recalcado.
Así, ha señalado que el hecho de abordar las conversaciones en la residencia del presidente "no es correcto desde el punto de vista democrático" y ha argüido que "hay un Parlamento". "El mero hecho de que sacaran la discusión del Parlamento es una decisión antidemocrática", ha subrayado.
"Fuimos con una mente abierta, pero nos dimos cuenta de que no hay un socio (en las conversaciones)", ha zanjado Smotrich sobre el proceso, iniciado después de que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, suspendiera los procedimientos legislativos en la Knesset para sacar adelante la reforma ante las denuncias de la oposición y unas movilizaciones sin precedentes en el país.
En respuesta a las palabras del ministro, el destacado opositor Benjamin Gantz, líder del Partido Unidad Nacional, ha argüido que Herzog "trabaja día y noche para evitar la destrucción de la democracia", tal y como ha recogido el diario israelí 'The Timnes of Israel'.
"Los ministros del Gobierno harían bien en detener el grave daño que están causando a los ciudadanos a causa del golpe del régimen, en lugar de acusar a los que están haciendo todo lo posible para evitarlo", ha manifestado, un día después de que la coalición gubernamental afirmara que avanzará de forma unilateral en la legislación durante una sesión que tendrá lugar en julio.
Esta legislación busca recortar la capacidad de revisión judicial de las decisiones del Gobierno, un elemento central de la reforma, lo que ha llevado a Herzog a recordar que "no ha enviado ningún borrador" a ninguna de las partes ni hay "un acuerdo total" sobre "ninguno de los puntos". Por ello, pidió a las partes que volvieran a las negociaciones y abundó en que "el diálogo es la mejor solución para el Estado de Israel".
Israel ha vivido meses de continuas protestas contra la reforma judicial impulsada por Netanyahu, cuyo objetivo es dar el control del Comité de Nombramientos Judiciales al partido o coalición gubernamental, que podría también ordenar el cese de jueces en todos los tribunales, ya que el citado organismo tiene autoridad para ello, sin necesidad de un consenso con los representantes del aparato judicial.
Los críticos con la reforma judicial argumentan que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, fundamentalmente a las bases en las que se asienta la democracia, ya que concede al Parlamento una influencia inusitada para revocar decisiones judiciales.