PARÍS, 14 Nov. (Reuters/EP) -
El ministro de Exteriores de Líbano, Gebran Bassil, ha asegurado que la libertad de la que supuestamente goza el primer ministro, Saad Hariri, no quedará demostrada hasta que no haya regresado al país, al tiempo que ha advertido del riesgo que conlleva para toda la región la posible adopción de sanciones por parte de Arabia Saudí.
Hariri anunció su dimisión el 4 de noviembre, por sorpresa y desde Riad. El primer ministro, que aún sigue formalmente en su puesto, ha anunciado este martes que regresará en el plazo de dos días a Líbano, después de que se haya especulado con su posible arresto domiciliario en la capital saudí.
Bassil, de visita en París, ha evitado confirmar la supuesta libertad de Hariri hasta su regreso, pero ha aprovechado para avisar a Arabia Saudí de las posibles repercusiones que acarrearía "cualquier medida" futura.
"No sólo afectaría a Líbano y a su estabilidad, sería un castigo para la región porque cualquier inestabilidad en Líbano también supondría inestabiliad en la zona", ha explicado el ministro, quien ha apuntado que "los primeros afectados" serían los refugiados sirios.