BERLÍN, 8 Nov. (Reuters/EP) -
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, ha señalado este domingo la necesidad de Alemania de mandar un mensaje al mundo acerca del límite de refugiados que puede admitir el país, al hablar en favor de la imposición de restricciones sobre las reuniones de los refugiados con otros miembros de sus familias dentro de las fronteras alemanas.
"Tenemos que mandar un mensaje claro al mundo: estamos perfectamente preparados para ayudar, lo hemos demostrado, pero nuestra capacidad es limitada", ha afirmado Schaeuble en una entrevista al canal de televisión 'ARD'.
"Creo que (la restricción) es una decisión necesaria, y estoy totalmente a favor de que la coalición alcance un acuerdo en esta materia", ha añadido.
El partido social democrático (SPD, por sus siglas en inglés), quienes comparten el poder con la agrupación conservadora de la canciller Angela Merkel, ha rechazado esta propuesta. Schaeuble, sin embargo, ha hablado en favor de esta medida, además de afirmar que el Gobierno se encuentra estudiando su viabilidad detenidamente.
Esta fractura en la coalición gobernante se ha visto claramente reflejada en las declaraciones del ministro de Interior, Thomas de Maiziere, este fin de semana. En ellas, señalaba que en el futuro los inmigrantes sirios verían su estatus de refugiados modificado además de afirmar que se implementaría una prohibición para evitar que las familias de refugiados dentro del país se reúnan. Afirmaciones de las que más tarde se retractaría.
Siguiendo esta línea, Horst Seehofer, líder del grupo bávaro aliado de Merkel, Unión Social Cristiana (CSU, por sus siglas en inglés), ha apoyado las palabras de Maiziere en el medio alemán 'Sueddeutsche Zeitung', al señalar que el estatus de refugiado de los inmigrantes debería ser comprobado uno a uno.
Por contra, el vicecanciller Sigmar Gabriel, también líder del SPD, ha recalcado la importancia de poner en marcha las medidas sobre las que ya existe un acuerdo en vez de comenzar a pensar en otras nuevas cada día.
"Esto da la sensación de que en el Gobierno la mano izquierda no sabe lo que hace la derecha", ha añadido. Este último choque surge tras el cese este jueves de semanas de luchas internas sobre como acelerar la deportación de aquellos peticionarios de asilo que posean pocas posibilidades de ser aceptados finalmente en el país.
Alemania se ha convertido en un imán para aquellos que huyen de la guerra y la violencia de Oriente Medio. Las previsiones señalan que la cifra de refugiados que llegará al país este año oscilará entre 800.000 y un millón, el doble de lo registrado en 2014.
El ritmo y la escala de este flujo de inmigrantes ha ejercido una gran presión sobre las comunidades del país y ha abierto una brecha en la coalición del partidos en el Gobierno acerca de la mejor manera de manejar esta crisis.