LONDRES, 14 Oct. (Reuters/EP) -
El ministro de Finanzas británico, George Osborne, ha animado este miércoles a los diputados "moderados" del Partido Laborista, el principal grupo de oposición, a que respalden su política financiera, con la esperanza de explotar las divisiones por el nuevo líder opositor, Jeremy Corbyn.
"Pido a todos los parlamentarios progresistas moderados laboristas que desafíen a su líder y se unan a nosotros para votar por la cordura económica", ha pedido Osborne, antes de que tuviera lugar un debate en el Parlamento sobre la Carta de Responsabilidad Presupuestaria.
El primer ministro, David Cameron, también ha pedido este miércoles e a Corbyn que apoye al Gobierno, el cual ha reducido el desempleo y ha consolidado "una economía fuerte y segura". El Ejecutivo ha intentado beneficiarse del desconcierto entre los laboristas desde la elección de Corbyn, un veterano diputado, cuyas promesas de una política más consensuada le han valido las críticas de falta de liderazgo.
En un giro político, el portavoz de finanzas laborista, John McDonnell, ha anunciado que Corbyn ha retirado su apoyo a la Carta fiscal al Gobierno --un compromiso para eliminar el déficit y conseguir superávit--.
Votar lo contrario de lo que pide la nueva dirección del Partido Laborista sería un duro golpe para Corbyn, quien, a pesar de asegurar que no quiere imponer decisiones, está dispuesto a aplicar su autoridad en una formación política en la que sus miembros están cada vez más divididos. McDonnell ha explicado que Corbyn espera que los diputados vean el "sentido común" de su "posición alternativa a la austeridad".
El martes, dos semanas después de que se pidiera el apoyo de los laboristas al programa gubernamental, McDonnell instó a los diputados de su partido a que votasen en contra. "No quiero que el Partido Laborista esté asociado con esta política", afirmó.
"Me he dado cuenta de las consecuencias de la incapacidad del Gobierno para invertir en infraestructura y habilidades, de los recortes que van a comenzar a materializarse ahora, de que la gente va a sufrir mucho", añadió el portavoz.
SIN BASES ECONÓMICAS
La búsqueda de la reducción del déficit ha sido uno de los objetivos que definen el Partido Conservador desde que tomó el poder en una coalición en 2010. Desde entonces, se comprometió a eliminar el déficit para el año 2015, aunque por el momento lo ha reducido a la mitad.
Algunos economistas han cuestionado el sentido común del plan de Osborne. En junio, 77 economistas, entre los que se incluyen expertos tanto británicos como extranjeros, firmaron un carta en la cual se oponían a la Carta Fiscal por ser "un intento de ganarle la partida a sus rivales" y no tener bases económicas.
Sin embargo, con las encuestas de opinión sugiriendo que la gente no ve a Corbyn como un líder, los conservadores están dispuestos a presentar a los laboristas como incapaces de gestionar la economía --una percepción que contribuyó a la aplastante derrota en las elecciones de mayo--.