Actualizado: lunes, 1 agosto 2016 17:00


NUEVA DELHI, 1 Ago. (Reuters/EP) -

El ministro de Interior indio, Rajnath Sing, viajará a Pakistán con motivo de una cumbre regional pero las autoridades han asegurado que no mantendrá ninguna reunión bilateral con su homólogo paquistaní en el marco de un aumento de la violencia en la región de Cachemira, disputada entre ambos países.

Alrededor de 50 personas han muerto y 6.000 han resultado heridas tras las protestas que se han desatado en Cachemira por la muerte, a manos de las fuerzas de seguridad indias, de uno de los comandantes del grupo separatista Hizbul Muyaidín, Burhan Wani, considerado terrorista en India y mártir en Pakistán.

Desde su independencia, ambos países se han enfrentado en tres guerras por la región de Cachemira, que ambos controlan en parte pero reclaman al completo.

Singh visitará Islamabad este miércoles con motivo de la cumbre de la Asociación del Sur de Asia para la Cooperación Regional (SAARC) en la que se reunirán los distintos ministros de Interior de la región, pero ha descartado verse en privado con las autoridades paquistaníes.

"Pakistán encuentra fácilmente cualquier razón para empezar la violencia en Cachemira y no queremos enfrentarnos a ellos en esta cumbre", ha asegurado un miembro del Ministerio de Interior. El Ministerio de Exteriores paquistaní no ha hecho comentarios al respecto.

La muerte de Wani, de 22 años de edad, ha reavivado el sentimiento separatista en la región y la violencia así como la falta de iniciativa política han puesto de relieve la tensión entre ambos países. En mayo, el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, aseguró que estaba esperando "a que llegue el día en el que Cachemira se convierta en parte de Pakistán".

El líder de Hizbul Muyaidín, Syed Salahuddin, ha denunciado la visita a Islamabad del ministro indio así como también ha criticado que Pakistán le permita asistir a la cumbre. "India ha desatado el terror en un territorio ocupado, masacrando civiles desarmados a diario con impunidad", ha declarado Salahuddin.

"Pakistán debería haber cortado, o por lo menos suspendido, los lazos diplomáticos con India. Ahora lo que están haciendo es echar sal en las heridas de los cachemires al dar la bienvenida al ministro indio", ha añadido.

La rivalidad entre India y Pakistán ha arruinado los esfuerzos de convertir la SAARC en un encuentro útil para la integración en el sudeste asiático, donde vive una quinta parte de la población mundial pero que posee menos de una décima parte de la riqueza.

En diciembre, el primer ministro indio, Narendra Modi, fue a Pakistán para encontrarse con Sharif, algo que se vio como un gesto que promovía el dinamismo entre ambos países pero que se vio dinamitado por un ataque sobre una base aérea india la noche de año nuevo. Nueva Delhi culpó del ataque a las autoridades paquistaníes y a los milicianos de Cachemira.

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