MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Transportes de Israel, Israel Katz, ha pedido al portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, que "se disculpe o dimita" después de decir que "ni siquiera Hitler se rebajó a usar armas químicas", en una polémica comparación que luego ha tratado de enmendar.
Durante su rueda de prensa diaria, Spicer ha hecho referencia al ataque cometido el 4 de abril en la localidad siria de Jan Sheijun, en el que perdieron la vida alrededor de un centenar de personas. Para Washington, el Gobierno de Bashar al Assad es el único responsable posible.
"No usamos armas químicas en la Segunda Guerra Mundial", ha esgrimido Spicer, que ha aprovechado también para criticar el apoyo que Moscú sigue brindándole a Damasco. "Alguien tan despreciable como Hitler ni siquiera se rebajó a usar armas químicas", ha añadido a continuación.
El portavoz ha tenido la oportunidad de matizar esta declaración al ser preguntado de nuevo sobre el tema: "Creo que en lo referente al gas sarín, no había, (Hitler) no lo utilizaba sobre su propio pueblo de la misma forma en que hace Al Assad", ha dicho Spicer entre titubeos.
Katz ha afirmado que las declaraciones de Spicer son "graves" e "indignantes", resaltando que "hay una obligación moral que precede a las políticas diplomáticas", según ha informado el diario israelí 'The Jerusalem Post'.
Por su parte, el presidente del comité parlamentario sobre relaciones entre Israel y Estados Unidos, Nachman Shai, ha tildado de "ignorantes" las declaraciones, pidiendo al presidente del país norteamericano, Donald Trump, que renuncie a ellas.
"La Casa Blanca necesita urgentemente un profesor de Historia", ha manifestado, subrayando que "la ignorancia no es aceptable" y agregando que "Hitler usó armas químicas de destrucción masiva a una escala que no se había visto ni hasta entonces, ni desde entonces".
"Este es el segundo fallo reciente de la Casa Blanca respecto a la mayor tragedia sufrida por el pueblo judío, y tuvo lugar en el siglo XX", ha remachado, en referencia al comunicado de la Presidencia estadounidense en el Día del Holocausto, en el que los judíos no fueron mencionados como víctimas.