MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, ha denunciado el "racismo" existente sobre las visitas en la Explanada de las Mezquitas y ha lamentado que "los judíos no puedan acudir" al lugar, después de su polémica visita el martes, que desató una oleada de condenas internacionales.
Ben Gvir ha dicho en una entrevista concedida a última hora del martes a la cadena israelí Channel 12 que "los judíos son tratados como si fueran impuros", si bien ha declinado pronunciarse sobre si impulsará políticas para cambiar el 'statu quo' en el lugar.
"Doy respuestas claras. Si no quiero responder, no respondo", ha afirmado al respecto, antes de rechazar pronunciarse también sobre si dará 'luz verde' a la reclamación formulada por un grupo de judíos para realizar un sacrificio en el lugar con motivo de la Pascua.
El líder del partido ultraderechista Otzma Yehudit ha incidido en que "luchará contra el racismo" y ha reconocido que hay judíos que rezan en la Explanada de las Mezquitas, conocida por los judíos como Monte del Templo, a pesar de que está prohibido.
En este sentido, ha incidido en que los ex primeros ministros Naftali Bennett y Yair Lapid "lo permitieron", antes de acusar a países extranjeros de "hipocresía" por criticar su visita al lugar y no cargar contra la Autoridad Palestina y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) por "pagar a terroristas".
Respecto a las críticas de Estados Unidos a su visita a la Explanada de las Mezquitas, Ben Gvir ha subrayado que "siempre tiene importancia" lo que dice Washington, tal y como ha recogido el diario 'The Times of Israel'. "Amo a Estados Unidos. Son nuestros amigos, pero espero que entiendan que tienen que pronunciarse contra los que lanzan cócteles molotov contra nuestros soldados e intentan asesinar a nuestros bebés", ha apuntado.
A las críticas internacionales se ha sumado el rabino sefardí Yitzhak Yosef, quien ha incidido en que "como ministro del Gobierno de Israel, (Ben Gvir) debe actuar en línea con las instrucciones del Gran Rabinato, que ha prohibido desde hace mucho las visitas al Monte del Templo".
Por ello, ha pedido al líder ultraderechista que evite visitar el lugar "para no engañar al público". La postura del Gran Rabinato es que el lugar es demasiado sagrado como para que los judíos accedan a él, si bien algunos rabinos nacionalistas apoyan las visitas a ciertas partes del Monte del Templo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, salió el martes al paso de las críticas y recalcó su compromiso con el mantenimiento del 'statu quo' en la Explanada de las Mezquitas, antes de recordar que otros ministros realizaron visitas en el pasado a la Explanada de las Mezquitas.
El 'statu quo' en la Explanada de las Mezquitas impide a los judíos rezar en la Explanada de las Mezquitas y autoriza únicamente que visiten el lugar en horarios predeterminados y que lo recorran a través de una ruta fijada, acompañados por policías que deben vigilar que los fieles no recen o que introduzcan banderas israelíes u objetos religiosos.
Israel se hizo con el control de la Explanada de las Mezquitas y el resto de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días (1967). Sin embargo, permitió que Jordania siguiera manteniendo la autoridad religiosa en el lugar y, según el acuerdo de paz, reconoció el "papel especial" de Jordania sobre "los lugares santos musulmanes en Jerusalén".
Israel considera Jerusalén como su capital "indivisible", si bien el estatus de la ciudad está pendiente de un acuerdo de paz con las autoridades palestinas, que reclaman Jerusalén Este como capital de un Estado en las fronteras de 1967 en el marco de una solución de dos estados respaldada por la comunidad internacional, que apela igualmente a que no se realicen cambios al 'statu quo'.