BUDAPEST, 26 Feb. (Reuters/EP) -
El ministro de Justicia húngaro, Laszlo Trocsanyi, ha acusado este viernes a la Unión Europea de excederse en sus competencias al intentar imponer cuotas de reasentamiento de inmigrantes en los estados miembros y ha informado de que podrían celebrar el referéndum sobre las cuotas en 150 días.
Hungría lleva meses en desacuerdo con la Comisión Europea y con algunos países miembros sobre cómo llevar el tema de los refugiados. El primer ministro, Viktor Orban, anunció el miércoles la decisión de convocar un referéndum sobre las cuotas obligatorias de inmigrantes establecidas por la Unión Europea, una decisión que el Gobierno de derecha de Orban ha rechazado desde el primer momento.
Hungría cree que la propuesta de la Unión Europea representa una "reducción progresiva" de poder, ha asegurado el ministro. Además, ha añadido que el referéndum, que estaría sujeto a un proceso legal y solo sería válido si tuviera una participación de al menos el 50 por ciento, podría celebrarse como pronto en 150 días y en un plazo máximo de 250.
"Nuestro punto de vista es que la Unión Europea no tiene autoridad para imponer el asentamiento de gente en ningún país. La Unión Europea no tiene esa jurisdicción", ha defendido Trocsanyi.
Hungría, que ha chocado anteriormente con las autoridades de la Unión Europea por diferentes leyes que afectaban a los tribunales, a los medios de comunicación y a los bancos centrales, está interesada en una Unión Europea fuerte constituida por estados fuertes y soberanos, ha explicado el ministro.
Orban ha defendido la decisión de celebrar esta consulta apoyándose en los referéndum que han celebrado o van a celebrar otros países, como Irlanda, Países Bajos y Reino Unido, sobre materias relacionadas con el bloque.
Sin embargo, la Comisión europea advirtió este jueves de que el plan de referéndum de Hungría podría entrar en conflicto con la estrategia de la Unión Europea para solucionar la crisis de los refugiados.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ya ha criticado a Hungría por su forma de manejar la crisis de los refugiados en el pasado, ha expresado su preocupación por el resultado del referéndum de Orban.
"El anuncio es un duro golpe a los esfuerzos de implementar una aproximación europea común para solucionar la crisis de los refugiados, basada en la cooperación, la solidaridad y la responsabilidad compartida", ha denunciado ACNUR.
"Pedir a la población que dé la espalda a las víctimas del extremismo, de la guerra y de la persecución contradice las decisiones conjuntas tomadas por los estados miembros en 2015 y además, va en contra de los valores sobre los que se fundó la Unión Europea", ha añadido la organización.