La misión de la ONU recalca que "adoptará las disposiciones necesarias para adaptarse al nuevo contexto"
MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) ha reconocido este jueves que la retirada de las tropas de la operación 'Barkhane' y la Fuerza Takuba "tendrá un impacto" y ha resaltado que "adoptará las disposiciones necesarias para adaptarse al nuevo contexto".
"El impacto potencial de la salida de 'Barkhane' sobre nuestras operaciones está siendo estudiado", ha manifestado el portavoz de la MINUSMA, Olivier Salgado, en declaraciones concedidas a Europa Press. "Forzosamente tendrá un impacto, teniendo en cuenta el papel específico y complementario que juega 'Barkhane' en la lucha contra el terrorismo y el apoyo que esta operación nos aporta, según la resolución para nuestro mandato", ha explicado.
Asimismo, ha resaltado que "en lo relativo a la Fuerza Takuba, su salida tendrá igualmente un impacto, teniendo en cuenta su acción en la lucha contra el terrorismo". "Podemos anticipar mayores riesgos para nuestras fuerzas que operan en la zona de Menaka. El proceso de adaptación va a continuar", ha señalado.
Salgado ha hecho hincapié en que la MINUSMA "está en proceso de estudiar el impacto que esta retirada de Malí tendrá sobre la misión" para adoptar las "disposiciones necesarias" para su adaptación, "como ya se ha hecho tras la reciente reorganización del dispositivo francés en Tessalit, Kidal o Tombuctú".
De esta forma, ha recordado que "los estados miembro participan en las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU por una duración y un formato propios". "Deseamos que esta acción en favor de la paz en Malí se mantenga", ha reseñado el portavoz de la MINUSMA.
"Los contornos de este compromiso son determinados entre los estados miembro y en el seno de Naciones Unidas. La estabilización de Malí es clave para la de la región del Sahel. Según nuestro mandato, seguimos comprometidos con el retorno de una estabilidad duradera en Malí", ha zanjado.
Durante la jornada de este jueves, los gobiernos de Francia y el resto de los países europeos y Canadá que participan y colaboran con la operación 'Barkhane' y la Fuerza Takuba anunciaran la retirada de sus fuerzas de Malí, donde estaban desplegadas para ayudar a Bamako en la lucha contra el yihadismo.
"Ante las múltiples obstrucciones de las autoridades de transición maliense, Canadá y los países europeos que operan al lado de la operación 'Barkhane' y en el seno de la Fuerza Takuba estiman que las condiciones políticas, operacionales y jurídicas no están en marcha para llevar a cabo de forma eficaz su despliegue actual en la lucha contra el terrorismo en Malí", han señalado en un comunicado.
Así, han resaltado que "han decidido iniciar la retirada coordinada del territorio maliense de sus respectivos medios militares dedicados a estas operaciones". "En estrecha coordinación con los estados vecinos, también han expresado su deseo de mantener su papel en la región, respetando los procedimientos constitucionales respectivos", han agregado.
Tras ello, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha asegurado que el proceso de retirada de tropas francesas de Malí llevará "entre cuatro y seis meses", antes de desvelar que los militares europeos presentes en Malí serán "reposicionados" en Níger, "en la región fronteriza con Malí", tras un acuerdo con Niamey.
Las tensiones han ido al alza durante los últimos meses por el anuncio de la junta militar de alargar el proceso de transición a entre cuatro y cinco años y de aplazar las elecciones previstas para marzo, en medio de los cruces de acusaciones entre París y Bamako sobre los esfuerzos en materia antiterrorista.
Asimismo, las autoridades francesas, al igual que otros países occidentales, se han mostrado igualmente muy críticas con la junta por el supuesto despliegue de mercenarios del Grupo Wagner, algo que ha sido negado desde Bamako y Moscú, que hablan de cooperación militar regular.
El Gobierno de transición ha admitido la presencia de instructores militares rusos en el país, bajo un mandato parecido al que otorgaron a la misión de entrenamiento de la Unión Europea, en medio de las suspicacias occidentales por el aumento de la influencia rusa en África.