GINEBRA 7 Dic. (Reuters/EP) -
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, determirá la semana que viene si alguna de las partes implicadas en el conflicto sirio está "boicoteando" las conversaciones de paz.
"Analizaremos el comportamiento de ambas partes, Gobierno y oposición, en Ginebra", ha indicado De Mistura, añadiendo que en base a este análisis decidirán si han saboteado o no las negociaciones de paz.
También ha afirmado que, si se considera que cualquiera de los dos bandos está boicoteando las conversaciones de paz, esto podría tener "un impacto muy negativo en cualquier otro intento político de abrir un proceso político en cualquier otro lugar".
A su juicio, las conversaciones de paz de Ginebra son el único proceso de paz que apoya el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aunque se hayan podido plantear otras iniciativas y aunque se hayan producido ocho rondas de negociaciones poco exitosas.
Si bien De Mistura no lo ha mencionado, el presidente ruso, Vladimir Putin, está planteando la celebración de un "Congreso Sirio" alternativo en la ciudad de Sochi, a comienzos de 2018.
Algunos diplomáticos ven en este plan de Putin un intento de poner punto final a la guerra tras siete años de luchas y de subrayar el rol de Rusia como la potencia que inclinó la balanza en el conflicto sirio y que se convirtió en el actor clave del proceso de paz.
Tras permanecer varios meses al margen de los diálogos de paz de Naciones Unidas, ambas partes volvieron a Ginebra a finales de noviembre, cuando De Mistura esperaba discutir una agenda que incluyera una reforma constitucional y electoral en Siria.
Sin embargo, la delegación del Gobierno de Bashar al Assad llegó un día tarde y abandonó las negociaciones después de dos días, argumentando que la oposición había "minado el camino" al pedir que Al Assad no desempeñara ningún papel interno en la transición política siria.
De este modo, los negociadores de Al Assad volvieron a Damasco para "consultar y refrescarse", aunque el jefe negociador, Bashar al Jafari amenazó con no volver a estar presente en las negociaciones, lo que la oposición calificó de "vergüenza para Rusia". Pese a ello, volverán a sentarse a negociar el próximo domingo, en lugar de este martes como estaba previsto.