LAGOS, 18 Jun. (Reuters/EP) -
Al menos la mitad de la ayuda alimenticia del Gobierno nigeriano enviada recientemente al noroeste del país para las personas hambrientas expulsadas de sus hogares por el conflicto con Boko Haram ha sino "desviada" y no ha llegado a ellos, según ha explicado un responsable del Gobierno.
Aproximadamente 1,5 millones de personas están al borde de la hambruna en el noreste, donde el conflicto con el grupo yihadista ha costado la vida de más de 20.000 personas y ha forzado a 2,7 millones a huir de sus hogares desde que hace ocho años estalló el levantamiento para crear un califato islámico.
El 8 de junio el presidente en funciones, Yemi Osinbajo, lanzó un programa para distribuir grano a 1,8 millones de personas aún desplazadas. "Más de 1.000 camiones de grano variado están en marcha para entregar el grano intacto a los beneficiarios desde el inicio del programa, para paliar la desviación de más de 50 camiones de cada 100 enviados al noroeste", explicó este sábado el portavoz de Osinbajo, Laolu Akande.
"La desviación de materiales de socorro y alimentos, que ha obstaculizado la entrega de alimentos a las personas internamente desplazadas, se reduciría considerablemente con la nueva matriz de distribución", ha añadido Akande.
Unos 1.376 efectivos militares y 656 policías armados custodian los alimentos mientras son trasladados de los almacenes y distribuidos a los desplazados de Borno, Adamawa y Yobe, los tres lugares más afectados por la insurgencia.
Boko Haram llegó a controlar un área del tamaño de Bélgica en el noreste de Nigeria a principios de 2015. Desde entonces ha sido expulsado de la mayor parte del territorio por el Ejército de Nigeria y las tropas de los países vecinos, pero los islamistas siguen llevando a cabo ataques en el noreste de Nigeria y en los vecinos Camerún y Níger.
Un funcionario de la ONU ha explicado este mes que el Programa Mundial de Alimentos ha reducido sus planes de emergencia en el noreste por la falta de fondos, con el objetivo de suministrar alimento a 1,4 millones de personas en lugar de los 1,8 millones previstos.