MADRID, 19 Nov. (EDIZIONES) -
El terrorismo en África lleva principalmente el nombre de Boko Haram. La secta yihadista nigeriana, que juró lealtad a Estado Islámico y que acaba de asegurar al futuro presidente estadounidense, Donald Trump, que la guerra "acaba de empezar", es la segunda organización terrorista que más muertes ha causado el pasado año en todo el mundo, 5.478, tras haber cometido 491 atentados, todos ellos en África.
No obstante, este continente también se ve afectado por las acciones terroristas de otras organizaciones vinculadas con Estado Islámico y Al Qaeda. El 'Informe sobre el terrorismo global 2016' del Institute for Economics & Peace, recoge que países de África como Nigeria, Somalia, Egipto, Libia, Camerún o Níger se encuentran entre los de mayor presencia y acción violenta terrorista. Del mismo modo, la mitad de los atentados que más víctimas mortales han causado el pasado año se produjeron en territorio africano.
¿POR QUÉ ÁFRICA ES LA GRAN OLVIDADA?
Estado Islámico es, por números, la organización terrorista más activa del mundo. Además, tras haber sido la artífice de importantes atentados en países de la OCDE, como Francia o Bélgica, se ha convertido en la principal fuente de temor fundamentalista en estos territorios, lo que deja a África con un escaso protagonismo, a pesar de ser un habitual escenario de varios y graves actos terroristas.
En este continente, la presencia de Estado Islámico está sustentada en organizaciones locales aliadas, presentes sobre todo en países del norte del continente cercanos a Oriente Próximo.
Junto a estas, destaca la actividad de la organización yihadista somalí Al Shabaab, que lidera uno de los bandos enfrentados en la guerra civil que afecta al país desde comienzos de la década de los noventa.
Así, Somalia es el séptimo país del mundo más afectado por el terrorismo en 2015, aunque este contexto de guerra civil pone a los integrantes y trabajadores del Gobierno del país como las principales víctimas de los atentados registrados el pasado año en suelo somalí. El más grave, reivindicado por Al Shabaab, mató a 70 personas en un atentado suicida con coche-bomba contra una base militar de la Unión Africana en Leego, al que siguió un asalto armado.
ATENTADOS EN EL NORTE DEL CONTINENTE
Dos actos terroristas en el norte del continente fueron los más mediatizados el pasado año. El primero de ellos fue el tiroteo registrado contra los turistas alojados en dos hoteles españoles en la playa de Susa (Túnez), que dejó 38 fallecidos, mientras que el segundo fue el derribo de un avión ruso a la altura de la Península del Sinaí (Egipto), que se saldó con la muerte de sus 224 ocupantes -- este último fue el quinto atentado más mortífero de 2015 --. Estado Islámico reivindicó la autoría de ambas matanzas.
Esta organización también tiene presencia en Libia, otro de los países con mayor incidencia del terrorismo. Como consecuencia de la caída del régimen de Muammar Gaddafi, el país se ha sumergido en un conflicto en el que han emergido células de Estado Islámico en varias regiones, siendo las más activas las localizadas en las provincias de Barqa, Trípoli y Fezzan, autoras de la gran mayoría de atentados. El terrorismo dejó 454 fallecidos en territorio libio en 2015.
BOKO HARAM, EL GRAN ENEMIGO
En Nigeria, el terrorismo dejó 4.940 víctimas solo el pasado año. A pesar de que su primer asesinato registrado data de 2009, Boko Haram, la principal organización terrorista del país y del continente, es también una de las más mortíferas de la historia. No obstante, la acción del ejército nigeriano y de varias fuerzas aliadas de países vecinos como Chad, Níger o Camerún lograron reducir el territorio ocupado por la secta islamista y, por tanto, forzar un descenso de en torno a un 33% en su número de víctimas.
Aunque han pasado a la fama mundial principalmente por el secuestro de más de doscientas niñas de una escuela de Chibok en 2014, Boko Haram se ha posicionado como el segundo gran frente terrorista global por cifras como los 5.478 muertos que han causado sus 491 atentados en Nigeria, Chad, Camerún, Níger y Burkina Faso. El nombre de esta organización se podría traducir como 'la educación occidental está prohibida' y su objetivo es crear un estado islámico en Nigeria, un país dividido desde el punto de vista religioso entre un norte musulmán y el sur cristiano.
A diferencia de sus aliados de Estado Islámico, no existe una estructura financiera que sustente la actividad terrorista de Boko Haram, sino que basan su obtención de ingresos en la realización de actos criminales, principalmente secuestros y extorsión, que junto al robo de bancos y la minería ilegal permitieron obtener 25 millones de dólares en 2015.
TERRORISMO MÁS ALLÁ DE NIGERIA
Nigeria fue el foco de cuatro de los veinte atentados más mortíferos de 2015, pero el entorno del país también se ve sacudido por el terrorismo islamista de Boko Haram. El más duro ejemplo lo refleja la ciudad de Karamga, en Níger, donde el ataque contra una base militar y la zona residencial contigua dejó una cifra de 230 muertos y se convirtió en el cuarto atentado más mortífero del pasado año. Del mismo modo, otro ataque contra Fotokol (Camerún) dejó 144 civiles y militares muertos.
En Níger, Boko Haram asesinó a 649 personas en 2015, por 527 en Camerún y 206 en Chad, mientras que en Burkina Faso perpetró un atentado que no dejó víctimas mortales. Tras recibir formación y entrenamiento por parte de sus aliados de Estado Islámico, los terroristas de Boko Haram han incrementado su acción terrorista con bombas, siendo los civiles las principales víctimas de estos atentados.