MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ha asegurado a la comunidad internacional que su Gobierno acelerará la aplicación de su agenda de reformas y ha hecho hincapié en que la distribución de alimentos "no estará politizada".
En un acto celebrado con diplomáticos acreditados en el país africano, el mandatario ha destacado que el Programa de Estabilización de Transición "se centrará en la producción, el comercio, la creación de trabajos y el crecimiento económico".
"Es clave la aceleración de nuestra agenda de reformas para que haya beneficios visibles que afecten a la mayoría de la población", ha manifestado, antes de pedir "paciencia mientras se aplican estas reformas".
Así, Mnangagwa ha destacado que una "prioridad inmediata" es garantizar la seguridad alimentaria en el país y ha agregado que la entrega de alimentos "no será politizada", según ha informado el diario zimbabuense 'The Herald'.
Los funcionarios del país africanos han sido acusados en numerosas ocasiones de beneficiar a los miembros y seguidores de la gubernamental Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) en la entrega de alimentos y ayuda a los desfavorecidos.
Alrededor de 7,7 millones de personas, cerca de la mitad de la población del país y la cifra más alta durante la última década, se encuentra en situación de inseguridad alimentaria, según datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La hiperinflación que sacude a Zimbabue llevó al Banco Central a introducir en noviembre nuevos billetes y monedas de dólar zimbabuense, en un intento para recuperar la divisa local y superar la crisis económica en la que se encuentra sumido el país.
Expertos de Naciones Unidas alertaron a principios de abril de 2019 de que las políticas del Gobierno de Mnangagwa están contribuyendo a empeorar la crisis económica en el país, lo cual está afectando especialmente a los más desfavorecidos.
El Gobierno de Zimbabue ha expresado su intención de reducir el déficit fiscal a la mitad en 2019, en respuesta a la crisis generada por décadas de una mala gestión económica. Sin embargo, los expertos consideraron que hay serias preocupaciones en cuanto a cómo se repartirá la carga de la austeridad.