MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
La Misión de Naciones Unidas en República Democrática del Congo (MONUSCO) ha confirmado este viernes el inicio de una operación conjunta con el Ejército de República Democrática del Congo (RDC) contra la milicia Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en el este del país africano.
En su comunicado, la misión ha resaltado que las operaciones arrancaron el 13 de noviembre para "interrumpir las actividades" del grupo armado y ha dicho que se han encontrado con "una fuerte resistencia" por parte de las ADF.
El comunicado ha sido publicado un día después de la muerte de siete 'cascos azules' --seis de Malaui y uno de Tanzania-- en enfrentamientos con el grupo en la provincia de Kivu Norte.
Por su parte, el portavoz del Gobierno, Lambert Mende, ha confirmado la muerte de doce militares durante enfrentamientos registrados el miércoles, según ha recogido la agencia de noticias Reuters.
El Ejército congoleño ha confirmado además el disparo de proyectiles de mortero contra una base de la MONUSCO en la localidad de Beni, según fuentes citadas por esta agencia.
El portavoz de las Fuerzas Armadas del país africano Mak Hazukay ha resaltado que el Ejército está supervisando la situación en Beni y ha anunciado la imposición de un toque de queda en parte de la ciudad.
"Saludo el sentido de servicio y sacrificio que han demostrado nuestros soldados de la paz en el interés del pueblo congoleño. Estamos decididos a mantener la iniciativa contra las ADF y otras fuerzas negativas presentes en la región", ha dicho la jefa de la misión, Leila Zerrougui.
Asimismo, ha recalcado que "los ataques brutales perpetrados por las ADF contra los civiles deben cesar". "La MONUSCO y el Ejército de RDC trabajan juntos para poner fin a las atrocidades cometidas por este grupo", ha zanjado.
El jueves murieron cinco civiles en un ataque supuestamente ejecutado por las ADF en la comuna rural de Oicha, situada en Kivu Norte, tal y como ha recogido este viernes la emisora local Radio Okapi.
Los asaltantes incendiaron además alrededor de una quincena de viviendas y provocaron la huida de parte de los residentes de la comuna, sin que por el momento haya un balance de desplazados.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado la muerte de 'cascos azules' en el ataque y ha expresado sus condolencias a los familiares de los fallecidos, así como a los gobiernos y pueblos de Malaui y Tanzania. A las condenas se ha sumado el Consejo de Seguridad.
Asimismo, ha pedido a todos los grupos armados que "pongan fin a sus actividades desestabilizadoras, que siguen sumándose al sufrimiento de la población y complicando la respuesta al brote de ébola", al tiempo que ha reclamado su "desarme inmediato".
Por último, ha animado a las autoridades a continuar "adoptando las medidas necesarias para detener y llevar ante la justicia a los responsables de los ataques contra civiles, fuerzas de seguridad y tropas de pacificación en RDC".
OBSTÁCULOS A LA RESPUESTA AL ÉBOLA
La violencia y la inseguridad en el este de RDC ha afectado principalmente a la zona afectada por el último brote de ébola, que ha dejado un total de 210 muertos, según el último balance oficial publicado este viernes por el Ministerio de Sanidad del país africano.
El Ministerio ha detallado que hasta la fecha se han detectado 352 casos, de los que 305 han sido confirmados con pruebas de laboratorio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó el martes que está previsto que el brote se prolongue al menos hasta mediados de 2019.
"Es muy difícil predecir plazos en un brote tan complicado como este con tantas variables que están fuera de nuestro control pero ciertamente planeamos al menos otros seis meses antes de que podamos declarar finalizado este brote", dijo el jefe de respuesta de emergencia de la OMS, Peter Salama.
El brote es ya el más mortífero registrado en el país, donde se detectó por primera vez esta virulenta enfermedad. La localización de la epidemia es quizá la más difícil que se ha encontrado hasta la fecha la OMS, debido a la densa y móvil población local, la inseguridad provocada por dos grupos armados y su propagación por transmisión en centros de salud, ha subrayado Salama.