MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, ha asegurado este miércoles que Seúl continuará entregando ayuda humanitaria a Corea del Norte a pesar del deterioro de la situación en la península tras las últimas pruebas nucleares y balísticas de Pyongyang.
"Durante los últimos diez años ha habido muchas dificultades para las actividades del Consejo Asesor de Unificación Nacional, dado el estancamiento de las relaciones entre el Norte y el Sur", ha dicho, recalcando que "el nuevo Gobierno no dudará a la hora de apoyar los diversos proyectos de unificación (...) independientemente de lo malas que sean las relaciones bilaterales".
Así, ha indicado que "pese a que las condiciones actuales no son fáciles, la paz y la prosperidad en la península de Corea llegarán, seguro", según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
El Gobierno de Corea del Sur aprobó la semana pasada la entrega de ocho millones de dólares (cerca de 6,7 millones de euros) en ayuda a Corea del Norte a través de agencias de Naciones Unidas, si bien no desveló la fecha en la que procederá a la misma.
"El Gobierno valorará el momento adecuado para la provisión y tamaño de la ayuda teniendo en cuenta varios factores, entre ellos la situación intercoreana", dijo el Ministerio de Unificación surcoreano.
La decisión fue adoptada durante una reunión para sopesar el apoyo a niños y mujeres embarazadas en Corea del Norte, citando la grave crisis humanitaria a la que hacen frente en el país, según ha recogido la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
La decisión es la primera a nivel de ayuda humanitaria aprobada por el Gobierno de Moon, quien accedió a la Presidencia en mayo. Asimismo, supondría el reinicio de la entrega de ayuda a través de agencias de la ONU, suspendidas en diciembre de 2015.
Moon llegó al poder en mayo abogando por un mayor contacto con Corea del Norte y dispuesto a iniciar conversaciones, si bien después del ensayo nuclear de Pyongyang del 3 de septiembre ha resaltado que no es el momento adecuado para el diálogo.
A principios de septiembre, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por unanimidad imponer a Corea del Norte el paquete de sanciones más duro contra el país hasta la fecha.
Corea del Norte ha llevado a cabo en los últimos años numerosas pruebas nucleares y balísticas --incluido un ensayo nuclear el 3 de septiembre-- que se han traducido en un endurecimiento del régimen de sanciones internacionales, lo que no ha servido para disuadir a Kim Jong Un.
Las autoridades norcoreanas justifican su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.