MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, ha pedido este jueves a Corea del Norte que vuelva a la mesa de negociaciones, asegurando que está dispuesto a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un, "en cualquier momento y lugar", sin se dan "las circunstancias adecuadas"
"Si se dan las condiciones adecuadas y hay una oportunidad de revertir la tensión actual y la situación de confrontación en la península de Corea, estoy dispuesto a reunirme con Kim en cualquier momento y lugar", ha dicho.
Moon ha apostado además por una suspensión "inmediata y completa" de todas las "actividades hostiles" en la línea de demarcación que separa ambos países.
En sus palabras, Moon ha subrayado que Seúl "no quiere el colapso de Corea del Norte ni busca cualquier tipo de unificación por absorción", según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Asimismo, ha tildado de "decepcionante" la última prueba balística de Corea del Norte, recalcando que "no sólo viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sino que muestra un claro rechazo a las reiteradas advertencias de la comunidad internacional".
"La elección de Corea del Norte fue imprudente. Ha invitado a la comunidad internacional a imponer un castigo", ha dicho, pidiendo una vez más a Pyongyang que regrese a la mesa de negociaciones y argumentando que podría ser la última oportunidad para que lo haga.
Moon ha abogado por "una desnuclearización completa, verificable e irreversible" de la península de Corea, explicando que "es una condición absoluta para la paz" y añadiendo que "la decisión de desnuclearizarse es la única manera de garantizar la seguridad de Corea del Norte".
"Por ello recalco el hecho de que ahora existe la mejor oportunidad, y también la mejor, para que Corea del Norte tome la decisión adecuada", ha dicho, advirtiendo de que, en caso contrario, sólo habrá más presión y sanciones sobre Pyongyang.
En este sentido, ha asegurado que la política de su Gobierno "sólo busca la paz", garantizando que el objetivo es lograr la desnuclearización de la península "garantizando la seguridad del régimen de Corea del Norte".
Así, ha detallado que su objetivo es lograr la paz y un nuevo mapa económico que garantice la coexistencia y prosperidad de ambas Coreas, prometiendo mantener los lazos humanitarios y civiles con el país vecino, independientemente del estado de sus relaciones políticas.
Por último, ha abogado por el reinicio de las reuniones de las familias separadas por la guerra de Corea (1950-1953), afirmando que "es necesario permitir a esta gente reunirse con sus seres queridos mientras siguen con vida".
Las palabras del presidente surcoreano llegan en un momento de tensión en la región debido a los últimos ensayos balísticos por parte de Corea del Norte, que esta semana lanzó un misil balístico internacional con capacidad para protar cabezas nucleares.
Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.