La Cancillería ha pedido un encuentro entre el presidente y Obama, pero no ha habido respuesta aún
SANTA CRUZ (BOLIVIA), 9 (Reuters/EP)
Bolivia quiere mejorar sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos, empezando con el regreso de sus embajadores, pero duda que se vaya a dar pronto, ha señalado el presidente del país sudamericano, Evo Morales, en una entrevista con Reuters.
Tras el histórico deshielo en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y tras los acercamientos entre Venezuela y la potencia del norte, Bolivia, otro miembro del bloque de países socialistas, inició en abril conversaciones con Estados Unidos.
En aquella reunión entre el encargado de negocios estadounidense, Peter Brennan, y el canciller boliviano, David Choquehuanca, se trató el tema del restablecimiento de sus embajadores, ausentes desde que a finales de 2008, Morales expulsó a Philip Goldberg tras acusarlo de conspiración.
"Tenemos muchos deseos" de normalizar relaciones con Estados Unidos, ha indicado Morales el jueves en un salón de una base aérea en la ciudad oriental de Santa Cruz, a donde llegó para acompañar al Papa Francisco en su gira por el país.
"Pero el embajador que venga (debe venir) a no conspirar contra nuestro pueblo. Deben ser relaciones diplomáticas, de respeto mutuo, no de imposición, ni capricho", ha añadido.
A pesar de los buenos deseos, el primer presidente indígena de Bolivia no cree que el cambio llegue pronto. Morales no ha detallado cuáles eran los obstáculos que demoraban el proceso.
NO RECHAZAMOS EL DIÁLOGO
"Todavía hay dudas (sobre si se restablecerán pronto los embajadores), pero nunca rechazamos el diálogo", ha precisado, agregando que la cancillería boliviana pidió una reunión entre Morales y Barack Obama, pero "no hay ninguna respuesta".
En el pasado, ambos países trataron de reanudar sus lazos, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto, en parte porque según Morales Estados Unidos se estaba inmiscuyendo en la política boliviana.
¿PAPA MEDIADOR?
Bolivia es un país rico en recursos naturales, como minerales y gas, y cuya economía se ha triplicado gracias al buen manejo económico de Morales.
Sin embargo, para que dé el salto definitivo, el ex pastor de llamas y ex cocalero de 55 años sostiene que su país debe recuperar la salida al océano Pacífico, que tuvo hasta antes de una guerra de fines del siglo XIX con Chile.
Para ello, el país andino presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, basada en los ofrecimientos incumplidos de varios mandatarios chilenos. La corte aún no acepta la competencia en la controversia.
"Tengo mucha confianza (de que La Haya acepte la competencia)", ha sostenido Morales. "Estamos con la razón, con la verdad. Quiero que se repare esta injusticia de más de 100 años", ha insistido.
El presidente tampoco ha descartado la mediación del Papa en el diferendo con Chile. La intervención de Francisco fue un factor vital en el relanzamiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
El Papa dijo el miércoles en un discurso en La Paz que el diálogo es indispensable para resolver esta disputa entre los países vecinos. "No descartamos (que el Papa sea mediador en el diferendo), respetamos cualquier mediación", ha afirmado el mandatario.
RELACIÓN CON LA IGLESIA
Desde que asumió en 2006, Morales ha estado enfrentado con la jerarquía de la Iglesia Católica y hasta dijo que debería "desaparecer de Bolivia". Sin embargo, desde que el argentino Jorge Bergoglio tomó las riendas de la Iglesia, Morales sólo ha tenido elogios para él.
"Estamos superando, con el nuevo Papa, las relaciones de carácter institucional con la Conferencia Episcopal Boliviana. Estoy seguro que van a seguir mejorando nuestras relaciones", ha afirmado.
"Tenemos coincidencias (con la Iglesia) sobre el capitalismo, sobre los derechos de la madre tierra, sobre la distribución de la riqueza", ha apuntado.
De hecho, un auge de las exportaciones de gas natural ayudó al Gobierno de Morales a disminuir el número de pobres en su país, aumentando su popularidad y ganándole una nueva reelección el año pasado.
Y, para este ejercicio, el mandatario cree que la economía boliviana superará la estimación de crecimiento. "Este año estaremos por encima del 5 por ciento del crecimiento frente a la rebaja del precio del petróleo (...) nos afecta pero no nos va a tumbar", ha indicado.
Sobre el futuro de la economía de 34.000 millones de dólares de su país, fuertemente dependiente de los precios de las materias primas, ha señalado: "no soy economista, pero soy optimista (...) a 200 años de la fundación de la república, en 2025, quisiera que nuestra economía tenga un PIB de 100.000 millones de dólares".