MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha condenado este jueves la decisión del Gobierno de Ecuador de retirar el asilo político al fundador de Wikileaks, el "hermano" Julian Assange, lo que ha dado lugar a su detención en la Embajada de Londres, donde llevaba casi siete años, y podría derivar en su extradición a Estados Unidos.
"Condenamos enérgicamente la detención de Julian Assange y la violación a la libertad de expresión", ha escrito el líder indígena en su cuenta oficial de la red social Twitter.
"Nuestra solidaridad con este hermano que es perseguido por el Gobierno de Estados Unidos por revelar sus violaciones a los Derechos Humanos, asesinatos de civiles y espionaje diplomático", ha añadido.
La Justicia sueca emitió en 2012 una orden de detención contra Assange por abusos sexuales. El entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa, le concedió el asilo político para evitar que fuera entregado a la nación nórdica y desde allí pasara a Estados Unidos para ser juzgado bajo amenaza de pena muerte.
Reino Unido, donde se encontraba Assange en esos momentos, se negó a darle un salvoconducto para que viajara a Ecuador alegando que debía entregarle a Suecia. Entonces, se refugió en la Embajada y, tras faltar a su primera cita judicial, fue acusado de violar los términos de la libertad condicional.
El nuevo Gobierno de Lenín Moreno en Ecuador, que siempre ha considerado a Assange un problema heredado de Correa, ha anunciado este jueves que le retira el asilo político por vulnerar las normas internacionales sobre el mismo y el protocolo de convivencia en la Embajada.
Inmediatamente después, era detenido por la Policía Metropolitana de Londres. El editor australiano se ha sometido este mismo jueves a un juicio rápido en un tribunal británico que le ha declarado culpable de violar la libertad condicional. La pena exacta no se conocerá hasta más adelante, si bien podría ascender a doce meses de cárcel.
Estados Unidos también ha movido ficha y ha revelado que acusa a Assange de conspirar con la ex analista de Inteligencia del Ejército Chelsea Manning para 'hackear' los ordenadores del Departamento de Defensa y acceder a documentos clasificados, por lo que podría ser condenado a cinco años.
Desde Suecia, la mujer que acusó a Assange de violación ha pedido formalmente a la Fiscalía que reabra el caso, que quedó cerrado en 2017 porque la presencia del fundador de Wikileaks en la Embajada hacía imposible que la investigación avanzara.
Reino Unido debe decidir cómo procede con Assange. A la espera de lo que resuelvan las autoridades suecas, Estados Unidos sigue pendiente de su extradición. Ecuador ha explicado que el Gobierno británico le ha dado garantías de que no será entregado a ningún país donde pueda ser condenado a pena de muerte o sufrir tortura.