LA PAZ, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha aceptado la derrota que ha cosechado en el referéndum celebrado el pasado domingo para decidir sobre su reelección, advirtiendo de que "ha perdido una batalla pero no la guerra", de modo que "la lucha antiimperialista" continúa.
Morales ha comparecido este miércoles en una rueda de prensa desde el Palacio Quemado para valorar los resultados oficiales del referéndum, en el que el 'no' se ha impuesto con el 51 por ciento de los votos frente al 48 por ciento del 'sí'.
"Puede ser un error aceptarlo, pero soy disciplinado", ha dicho, aclarando que asume los resultados de la consulta popular, a pesar de que, según había avanzado su vicepresidente, Álvaro García Linera, ha denunciado que la campaña ha estado plagada de "mensajes de fraude".
El líder indígena ha destacado que "el voto duro", en alusión a la base popular del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) ha rondado el 50 por ciento, cuando las mediciones lo situaban en torno al 30 o al 40 por ciento, según informa la prensa local.
Por ello, ha considerado que el MAS sale "fortalecido". "Hemos perdido una batalla pero no la guerra", ha afirmado, recordando que excepto en este referéndum constitucional, ha ganado todas las votaciones a las que se ha enfrentado en la década que lleva al frente del partido político.
"No porque haya ganado el 'no' ha acabado la vida del Evo", ha subrayado. "Un dos por ciento (de diferencia de votos) no va a acabar con la lucha. Ahora la lucha vuelve con más fuerza. Somos antiimperialistas y esa lucha va a continuar", ha sentenciado.
PRIMERA DERROTA
Más de seis millones de bolivianos estaban llamados a las urnas para contestar una pregunta: si quieren que se reforme el artículo 167 de la Constitución para permitir que el presidente y el vicepresidente puedan optar a dos mandatos seguidos.
De haber triunfado el 'sí', Morales podría haberse presentado a las elecciones presidenciales de 2019 para optar al que sería su cuarto mandato y mantener viva la posibilidad de aspirar a un quinto en los siguientes comicios, llegando como jefe de Estado al Bicentenario.
Pero sus planes se han truncando. Por primera vez en su carrera política ha perdido una votación. En esta década Morales ha sumado cuatro victorias: las elecciones de 2006, la reforma constitucional de 2009 y los comicios de ese año y el sufragio de 2014.
Este 'no' obligará a Morales a centrarse en la elección de su sucesor para el reto electoral de 2019, algo que, según ha reconocido, le quita el sueño. Entre los favoritos se encuentra el actual ministro de Exteriores, David Choquehuanca.