LA PAZ, 10 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha pedido este miércoles al Papa Francisco que medie con las autoridades chilenas para lograr la liberación de los nueve funcionarios bolivianos que fueron detenidos en la frontera común acusados de contrabando.
"A nombre del pueblo y el Gobierno boliviano le ruego interponer sus buenos oficios para la pronta solución de este caso, que debe concluir con la liberación de los nueve bolivianos", reza la carta que Morales ha enviado al líder de la Iglesia Católica y que ha sido leída en el Palacio Quemado.
Además, el líder indígena ha considerado "esencial" que el Vaticano envíe un delegado "que verifique en Iquique, Chile, el estado los nueve detenidos en resguardo de sus Derechos Humanos", según ha informado la agencia de noticias oficial ABI.
A este respecto, ha esgrimido que "la situación continúa agravándose" porque los familiares de los detenidos sufrieron "una revisión personal excesiva, discriminatoria y abusiva, tanto en el puesto de control fronterizo de Colchane como en el ingreso al centro penitenciario".
De acuerdo con Morales, los familiares de estos nueve reclusos han trasladado al Gobierno "denuncias de malos tratos y discriminación por el uso de indumentaria indígena".
El pasado 19 de marzo, dos militares y siete empleados de la administración aduanera de Bolivia fueron detenidos en la frontera mientras realizaban tareas relacionadas con la lucha contra el contrabando.
El Gobierno de Morales sostiene que los funcionarios estaban inspeccionando unos camiones chilenos en el lado boliviano de la frontera, porque tenían información de que transportaban mercancía de contrabando, cuando agentes de Carabineros intervinieron y les detuvieron.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet ha desmentido esta versión y ha indicado que "las nueve personas detenidas estaban en territorio chileno cometiendo delitos". "Se habían robado uno y querían robarse nueve camiones con productos", dijo.
DESPLIEGUE MILITAR
Por otro lado, Morales ha defendido la orden que dio el martes a su Gobierno para desplegar militares en la frontera, subrayando que se trata de una medida contra el contrabando, "no contra el pueblo chileno y menos contra el Gobierno chileno".
"Tenemos algunos grupos especializados en la Policía y las Fuerzas Armadas y cuando hay que defender la economía, cuando hay que defender nuestras empresas y combatir el contrabando, van a estar ahí, eso no significa ninguna agresión", ha sostenido.
Morales ha aprovechado para criticar la "falta de voluntad" de las autoridades chilenas para erradicar el contrabando en la línea limítrofe, indicando que si "realmente" tuvieran intención de combatirlo no dejarían pasar a Bolivia camiones cargados con productos ilegales. "Eso si podemos entender que es una agresión", ha espetado.
El presidente boliviano ha contestado así al ministro de Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, que ha pedido "prudencia" al Gobierno de Morales para "no escalar en algo peligroso". "Chile tiene que estar vigilante, defender nuestros intereses y nuestro territorio", ha dicho este miércoles.
Bolivia y Chile están inmersos en una nueva escalada de tensión bilateral porque la demanda que enfrenta a ambos países en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con la que La Paz pretende que Santiago le ceda una salida soberana al océano Pacífico, encara su recta final.