MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha afirmado este miércoles que la condena en Chile contra los nueve funcionarios bolivianos detenidos en marzo y acusados de contrabando "es una represalia" por la demanda de La Paz contra Santiago ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
"Quedó demostrado que (los) nueve bolivianos luchaban contra el contrabando. El fallo es una represalia porque demandamos a Chile ante La Haya", ha indicado el mandatario a través de su cuenta en la red social Twitter.
"Por revancha, hace tres meses, Heraldo Muñoz --el ministro de Exteriores de Chile-- ordenó que nueve bolivianos vayan presos. Hoy la justicia de Chile acata esa instrucción", ha agregado.
Asimismo, ha recalcado que se trata de un "fallo político" y que los funcionarios bolivianos "son inocentes". "El gobierno de Chile no pudo ocultar la verdad y tuvo que poner fin a la detención ilegal", ha dicho.
Por su parte, Muñoz ha asegurado que "el Gobierno de Chile respeta los fallos de los tribunales y los cumple íntegramente, en línea con la independencia y separación de los poderes del Estado".
"El tribunal competente estableció que los 9 detenidos cometieron delitos en territorio chileno, condenándolos a distintas penas, según
su participación en dichos delitos. Asimismo, sustituyó las penas aplicadas por la expulsión del país", ha recordado.
En este sentido, el ministro chileno ha manifestado que "tanto la defensa de los detenidos como la opinión pública nacional e internacional son testigos de que se cumplieron plenamente las normas del debido proceso".
"Hacemos un llamado a evitar situaciones de politización de procesos judiciales y que, de este caso, se saquen las conclusiones correspondientes para el futuro", ha remachado.
EL FALLO
La jueza chilena Isabel Peña ha condenado a tres años de cárcel y a una multa de 32 millones de pesos chilenos (unos 43.000 euros) a los siete trabajadores aduaneros por los delitos de contrabando y robo con violencia, pero les ha absuelto del de porte ilegal de armas.
Los dos militares --el capitán Carlos Calle y el suboficial Álex Carvajal-- han sido condenados igualmente a tres años de cárcel, aunque en su caso solo por porte ilegal de armas, ya que Peña les ha declarado inocentes de las otras acusaciones.
Las penas de privación de libertad serán sustituidas por la expulsión de Chile, país al que tendrán prohibido volver en diez años los funcionarios y en 20 años los militares. La repatriación deberá ejecutarse en los próximos 30 días, ha precisado Peña, según recoge la prensa chilena.
La jueza ha considerado probado que entraron conscientemente en territorio chileno porque contaban con equipos satelitales y que "no querían entregar la mercadería" de la que se apoderaron porque respondieron con "maltrato" a los agentes de Carabineros que les interceptaron.
Para Peña, el hecho de que fueran agentes bolivianos "no exime ni minimiza su responsabilidad". "Más aún, la agrava porque como funcionario público se espera una conducta proba", ha apuntado.
ESCALADA DE TENSIÓN
El 19 de marzo, dos militares y siete empleados de la administración aduanera de Bolivia fueron detenidos en la frontera común mientras realizaban tareas relacionadas con la lucha contra el contrabando presentará un amparo constitucional.
El Gobierno de Evo Morales sostiene que los funcionarios estaban inspeccionando unos camiones chilenos en el lado boliviano de la frontera, porque tenían información de que transportaban mercancía de contrabando, cuando agentes de Carabineros intervinieron y les detuvieron.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet ha desmentido esta versión y ha indicado que "las nueve personas detenidas estaban en territorio chileno cometiendo delitos". "Se habían robado uno y querían robarse nueve camiones con productos", dijo.
Ambos países ya tuvieron una crisis a mediados de mes porque, según Bolivia, las autoridades chilenas obligaron a retirar la bandera del consulado de Antofagasta, si bien La Moneda sostiene que en realidad no era una oficina consular.
La Paz y Santiago llevan meses inmersos en una nueva escalada de tensión a causa de la presentación de la réplica de Bolivia a la memoria chilena en la disputa territorial que les enfrenta en la CIJ.