QUITO, 26 May. (EUROPA PRESS) -
El nuevo presidente de Ecuador, Lenín Moreno, se ha mostrado partidario de mantener "una relación más fluida" con Estados Unidos, tras una era marcada por las tensiones bilaterales, debido a la alineación de las autoridades ecuatorianas con la corriente bolivariana en América Latina.
"Nuestra relación será fluida (...) Debemos refrescar y aumentar esa confianza que de una u otra forma se pudo, en cierta medida, haber perdido. Hay que reforzar nuestra buena relación con este pueblo amigo", ha dicho Moreno en un encuentro con corresponsales de medios internacionales.
Interrogado sobre la política migratoria de la Administración de Donald Trump, ha confesado que no coincide con su "ideología" y ha asegurado que su Gobierno velará por que se respeten los derechos de los inmigrantes ecuatorianos "en caso de que se quiera deportarlos".
No obstante, ha subrayado el respeto de Ecuador a la decisión que los ciudadanos estadounidenses tomaron en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre. "Somos respetuosos con las decisiones que toman los pueblos (...) y el pueblo de Estados Unidos eligió democráticamente", ha afirmado.
En la misma línea, el subsecretario adjunto de Estados Unidos para el Cono Sur, Michael Fitzpatrick, ha confiado en que la llegada de Moreno al Palacio de Carondelet sirva para "mejorar" las relaciones bilaterales. "Estamos totalmente abiertos a la idea y vemos con muchas posibilidades a nivel diplomático, económico, y social", ha dicho a ANDES.
Además, ha considerado que no hay razón para que los inmigrantes ecuatorianos en Estados Unidos se preocupen. "Quienes están con estatus legal, no tienen de qué preocuparse y quienes están de manera ilegal, deben regularizarse", ha señalado.
Moreno, de 63 años y postrado en una silla de ruedas por un atraco que sufrió en 2008 en Quito, tomó posesión del cargo el pasado miércoles tras ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebró el 2 de abril frente al candidato conservador, Guillermo Lasso.
El que fuera vicepresidente ha cogido el relevado a Rafael Correa, que ha gobernado Ecuador durante diez años en los que ha mantenido una tensa relación con los distintos gobiernos en Estados Unidos a causa de las injerencias de la potencia norteamericana en la región.