Archivo - El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov. - Britta Pedersen/dpa - Archivo
El ministro de Exteriores moldavo, Nicu Popescu, convoca al encargado de negocios de Rusia por las declaraciones de Lavrov
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El ministro ruso de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha advertido este jueves de que cualquier acción contra las "fuerzas de paz" rusas presentes en Transnistria se considerará un ataque contra la propia Rusia.
"Todos deben entender que cualquier acción que ponga en peligro la seguridad de nuestros militares se considerará, de acuerdo con el Derecho Internacional, como un ataque sobre Rusia", ha avisado, citando como ejemplo la Guerra de los Cinco Días en 2018 en Osetia del Sur.
"En lo que respecta a nuestros intereses, nuestras fuerzas de paz están estacionadas allí (...) protegiendo el depósito de municiones más grande de Europa en Kolbasna", ha dicho Lavrov en declaraciones recogidas por la agencia Interfax.
Tras estas palabras de Lavrov, el ministro de Exteriores moldavo, Nicu Popescu, ha convocado al encargado de negocios de Rusia en Moldavia, Anatoli Loshakov, para expresarle su malestar ante las declaraciones del jefe de la diplomacia rusa.
"Chisinau, como siempre, reitera su apego a los métodos pacíficos, diplomáticos y basados en el diálogo tanto para la reintegración del país como en el diálogo con Rusia sobre la retirada de las tropas rusas estacionadas ilegalmente en nuestro territorio. Consideramos infundada cualquier otra especulación", ha explicado en el Ministerio de Exteriores en su perfil oficial de Telegram.
Asimismo, ha subrayado que los derechos de las minorías étnicas "son respetados de conformidad con los principios democráticos". En el caso de los rusohablantes, ha expresado la parte moldava, "no se han denunciado violaciones de sus derechos a las instituciones competentes" del país.
La región separatista de Transnistria, con población mayoritariamente rusa y ucraniana, cobró de nuevo protagonismo en el tablero político tras la invasión de Ucrania. Su cercanía con el Kremlin y su importante posición geoestratégica ha levantado los recelos de Kiev, que sospecha que Moscú podría utilizar este territorio para entrar a través del suroeste de sus fronteras.