LONDON, 11 Abr. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Mozambique, que ocupa el décimo puesto en el ranking mundial de matrimonio infantil, ha anunciado este lunes un plan nacional para acabar con esta práctica que afecta a la mitad de las niñas del país.
"Esta iniciativa es motivo de celebración y debería inspirar a nuestros vecinos africanos para que hagan lo mismo", ha explicado el coordinador en Mozambique de la ONG Girls Not Brides (Niñas No Novias), Albino Francisco, quien además participó en la redacción de la estrategia gubernamental.
En la actualidad, Mozambique ocupa el décimo puesto en el ranking mundial de matrimonio infantil. Según datos recabados por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), un 48 por ciento de las mujeres se casan antes de los 18 años y un 14 por ciento antes de cumplir los 15.
No obstante, aunque se ha producido un ligero descenso en el número de matrimonios infantiles celebrados en Mozambique, los activistas señalan que el actual crecimiento de la población se traducirá en un incremento del número de novias menores de edad.
PROBLEMAS DE SALUD
El matrimonio a edades tempranas no solo priva a las niñas de su derecho a la educación, sino que también incrementa el riesgo de muerte o de serias lesiones posparto en caso de tener hijos antes de que sus cuerpos estén preparados. Además, los expertos señalan que las novias menores de edad a menudo se encuentran desamparadas y se exponen con mayor facilidad a la violencia sexual y doméstica, así como a infecciones por el VIH.
Las razones que se esconden detrás del matrimonio infantil varían según el lugar de procedencia, aunque la pobreza y la falta de educación son factores compartidos en la mayoría de los casos. En algunas zonas de Mozambique, niñas de hasta nueve años de edad emprenden ritos de iniciación donde aprenden cómo complacer a un hombre en la cama, así como a desempeñar tareas domésticas como parte de sus preparaciones para el matrimonio.
Para acabar con esta práctica, la estrategia nacional subraya ocho pilares clave que incluyen campañas de concienciación y educación sexual, una mejora en el acceso de las niñas a la educación, servicios de salud sexual y reproductiva y reformas legales, ha recogido Girls Not Brides.
En el mundo, 15 millones de niñas son obligadas a casarse cada año.