MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha criticado este martes a la Unión Europea y a sus Estados miembros por "negar la dignidad" de los migrantes y solicitantes de asilo que malviven en los campos de refugiados de las islas griegas cuando se cumple un año del incendio de uno de ellos en Lesbos.
"En Grecia, el futuro parece más distópico que nunca, quienes logran cruzar el mar siguen viviendo en campos miserables en las islas griegas", ha denunciado el coordinador general de MSF en Grecia, Konstantinos Psykakos, quien ha condenado "la crueldad" de las políticas migratorias de la Unión Europea.
"Es una trágica ironía que mientras el mundo observa los últimos acontecimientos en Afganistán, la Unión Europea y Grecia inauguran un nuevo centro similar a una prisión para atrapar a los refugiados en la isla de Samos", ha contado Psykakos.
Durante la primera semana de septiembre de 2020, varios incendios arrasaron el campo de Moria, "símbolo del fracaso total" de las políticas de Bruselas basadas en los centro de recepción y registro de migrantes, en las islas griegas.
MSF denuncian que un año después, y a pesar de las promesas de los líderes europeos y griegos, "se continúa negando la más básica dignidad" de todas aquellas personas que buscan un futuro mejor en Europa, al mismo tiempo que prosiguen los planes de construir "campos parecidos a prisiones" en las islas del Egeo.
La ONG ha recabado los testimonios de varias personas que tienen que hacer frente a estas políticas de las autoridades europeas. El miedo a ser deportados y la incertidumbre legal en la que se encuentran han provocado que muchas de ellas hayan experimentado un agudo deterioro de su salud, tanto física como mental.
"No hay diferencia entre el antiguo campamento de Moria y el de Kara Tepe. Los procedimientos son los mismos. Es el mismo sistema. Como persona enferma, siento que voy de mal en peor día a día. El Parlamento Europeo, la Unión Europea, saben lo que está pasando en este campo vergonzoso", ha relatado explica Ali, quien huyó de Siria y ha estado en Lesbos durante un año y seis meses.
Mariam es una mujer afgana, madre de una niña de dos años, que lleva dos años en Lesbos. "Nuestra salud mental no es buena. En este momento, no sé si podemos ser reconocidos como solicitantes de asilo o si seremos rechazados otra vez", cuenta.
"Hasta ahora, mi hija nunca ha estado en un parque. Tenemos problemas para obtener permiso para salir del campo. Mi pequeña tiende a tener comportamientos agresivos por lo que ha presenciado aquí. No le gusta jugar, reír, hablar o jugar con muñecos", relata.
MSF ha desplegado sus equipos cerca del campo de Kara Tepe, desde donde vacunan a niños contra enfermedades infantiles comunes y ofrecen servicios de salud sexual y reproductiva a las mujeres refugiadas, mientras continúan ofreciendo atención de salud mental a menores y adultos en la clínica en Mitilene, la capital de Lesbos.
Ante esta situación, la ONG ha solicitado nuevamente a la Comisión Europea y a los gobiernos europeos que desarrollen políticas de protección y ayuda de todas aquellas personas que buscan asilo, "en lugar de disuadir, detener y deportar" a quienes aspiran a una vida mejor en Europa.
"Es imprescindible dejar de construir centros para encerrar a las personas en cárceles, como los que hay en las islas griegas, y fomentar políticas de recepción humanas y dignas", insiste MSF
Estos centros ubicados en las islas griegas, sostiene, "deben tener como único propósito prestar asistencia urgente y facilitar la reubicación de quienes solicitan asilo a estructuras de recepción seguras en toda Europa".