MADRID, 20 Nov. (REUTERS/EP) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha advertido este viernes de que algunos datos de la investigación del hospital bombardeado en Kunduz podrían permanecer en secreto, después de que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos haya anunciado que el comandante de la tropas en Afganistán, John F. Campbell, revisará el informe.
MSF ha alertado en un comunicado de la posibilidad de que antes de que se publique el documento, se elimine la información que el Ejército considere clasificada o confidencial. Según la ONG, aunque el Pentágono afirmó el 8 de octubre que en un mes publicaría un informe preliminar, ahora ha aclarado no tener establecida ninguna fecha para ello.
El Pentágono investiga las causas por las que el 3 de octubre la Fuerza Aérea estadounidense destruyó el hospital, un incidente que se cobró la vida de 30 personas y en el que otras 37 resultaron heridas. La ONG ha recordado que el 4 de octubre el secretario de Defensa, Ashton Carter, prometió que se iniciaría una "investigación completa y transparente".
A pesar de que el comandante nombró a un general de otro comando para que la investigación no fuera sesgada, el Departamento de Defensa ha adelantado que el informe tendrá que ser aprobado por Campbell antes de que sea enviado para su redacción a la sede de Florida del Comando Central de Estados Unidos.
VERSIONES CONTRADICTORIAS
La ONG ha subrayado que Campell ofreció versiones contradictorias tras el ataque y que dijo que el centro había sido "alcanzado por error", por lo que ha solicitado una investigación independiente a la Comisión Humanitaria Internacional con sede en Ginebra, algo que también han hecho algunos demócratas del Congreso de Estados Unidos.
La presidenta de MSF, Joanne Liu, que calificó el bombardeo de "crimen de "guerra", ha reiterado su petición para que Estados Unidos consienta una investigación independiente".
El congresista demócrata John Garamendi y otros tres compañeros han pedido a Carter que permita que el inspector general participe en la investigación. Esta figura no forma legalmente parte del Departamento de Defensa, sino que es un organismo independiente que estudia los problemas del Pentágono.
Según MSF, días antes del ataque, autoridades de Estados Unidos se pusieron en contacto con el hospital y preguntaron si habían tratado a combatientes talibán. La ONG les aclaró que tenían pacientes tanto talibán como del Ejército afgano, pero que no había nadie armado en el hospital.