GINEBRA 5 Jul. (Reuters/EP) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este miércoles que las condiciones de salud y los traumas a los que se enfrenta la población en Mosul se ven agravadas por la destrucción de la ciudad, "similar a la de la Segunda Guerra Mundial", según Jonathan Henry, cooperante de la ONG recién llegado de Irak.
Decenas de miles de civiles permanecen atrapados en el reducto en el que se ha acorralado a Estado Islámico en la Ciudad Vieja de Mosul, en la orilla occidental del río Tigris.
Solo una pequeña parte de la población civil puede acceder a atención médica. La mayoría sufre quemaduras, huesos rotos por derrumbamientos de edificios y heridas de bala y explosiones. La mitad de los pacientes atendidos durante las últimas semanas por el hospital de MSF han sido mujeres y niños, que necesitan cuidados críticos y por malnutrición, según ha informado la organización.
"Creemos que los pacientes que necesitan ayuda más urgente no pueden salir de la zona de conflicto", ha declarado el coordinador de emergencias de MSF en el oeste de Mosul, Jonathan Henry, que ha ofrecido una rueda de prensa en Ginebra después de pasar seis semanas en Irak. "El sufrimiento es muy grande" y la cantidad de población "traumatizada por un conflicto brutal y horrible" es muy alta, ha apuntado.
Estado Islámico ha sido acorralado en un espacio de apenas 300 por 500 metros junto al río Tigris y los mandos iraquíes han previsto la victoria definitiva para esta misma semana, lo que pondría fin a una operación de seis meses para derrotar al grupo terrorista.
La violencia ha creado un "ambiente extremadamente traumático para que la gente huya y después pueda regresar", ha declarado Henry y ha advertido de los efectos adversos en la salud mental de los supervivientes.
"El oeste (de la ciudad) está desvastado. Es una destrucción masiva, similar a la Segunda Guerra Mundial, los hospitales han sido bombardeados, los barrios están en ruinas", ha dicho el cooperante.
La batalla se libra casa por casa, en barrios con calles estrechas llenas de civiles y artefactos explosivos colocados por los terroristas, que han incrementado los atentados suicidas y el uso de drones para cometer atentados.
Cerca de 900.000 personas, casi la mitad de la población de Mosul antes de la guerra, han tenido que desplazarse por los combates, refugiándose en campamentos o con familiares y amigos.