André Liohn / MSF
La ONG asegura que respeta la ley y que estaría encantada de dejar de realizar rescates en el Mediterráneo pero aún no es posible
MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Libia "no puede ser parte de la solución" a la llegada de inmigrantes y refugiados a Italia porque se trata de un país que no es seguro y en el que estas personas viven en una "situación inhumana", ha advertido el presidente de Médicos Sin Fronteras España (MSF), David Noguera, ante los intentos de la UE de "externalizar sus fronteras" al país norteafricano.
"Considerar que Libia a día de hoy puede ser parte de la solución yo creo que es una hipótesis arriesgada", ha sostenido Noguera en una entrevista con Europa Press, después de que esta semana el presidente francés, Emmanuel Macron, haya planteado la creación de campos en Libia en los que hacer una primera criba entre inmigrantes y refugiados e Italia haya anunciado que podría desplegar barcos en aguas libias para ayudar a los guardacostas del país a frenar el flujo migratorio.
El presidente de MSF ha invitado a los dirigentes europeos a "visitar nuestros proyectos en Libia para evaluar si realmente este es un país que cumple los requisitos mínimos" para que permanezcan en él tanto quienes huyen de la violencia como los migrantes económicos. "Muchos de quienes están en este país viven en una situación inhumana", ha subrayado, incidiendo además en que se trata de un "país fragmentado" sin una solución clara a la vista.
André Liohn / MSF
En opinión de Noguera, estas propuestas suenan "un poco a excusa, a 'plan B'". "Echamos de menos valentía y voluntad política y que Europa cumpla con sus compromisos", como el reasentamiento de 160.000 refugiados al que se comprometieron hace casi dos años y cuyo plazo expira a finales de septiembre, sin que se hayan cubierto 73.000 plazas, ha añadido, instando a no dejarse "distraer con globos sonda".
"El problema principal sigue siendo cómo Europa sufre para dar una respuesta adecuada a un problema para el cual tiene los recusos más que suficientes", ha señalado, comparando la situación europea con Uganda país que, ha resaltado, "ha acogido a un millón de refugiados en un año o año y medio". El país africano mantiene una política de puertas abiertas a los refugiados y actualmente acoge a 1,3 millones de refugiados, de los que cerca de un millón son sursudaneses.
Mientras, en Grecia, hay unos 60.000 refugiados y migrantes "atascados desde hace 18 meses" como consecuencia del acuerdo migratorio entre la UE y Turquía y "sin ningún horizonte administrativo", ha resaltado el presidente de MSF, precisando que los equipos de la ONG que trabajan con ellos están constatando "cada vez más casos de gente con problemas de salud mental", algo, "absolutamente lógico" teniendo en cuenta sus circunstancias y las condiciones en las que viven.
Por otra parte, Noguera ha defendido la labor que MSF y otras ONG están realizando en el Mediterráneo, en medio de las críticas hacia estas, a las que algunos responsables políticos han acusado de ser un 'efecto llamada' e incluso de colusión con los traficantes de personas que organizan la travesía en el Mediterráneo.
André Liohn / MSF
"MSF RESPETA ESCRUPULOSAMENTE LA LEY"
Así, ha asegurado que la organización respeta el derecho marítimo y se coordina con las autoridades italianas a la hora de realizar sus operaciones de rescate. "Respetamos escrupulosamente la ley, si no lo que haríamos sería ir a sacar a la gente directamente de Libia, que es lo que nos apetece y lo que nos sale por instinto, porque es un país donde no se dan las condiciones básicas para que esta gente sea tratada con dignidad", ha sostenido rotundo.
En todo caso, ha dejado claro que MSF tiene "la mejor de las disposiciones" para hablar de todo lo que pueda mejorar la coordinación y aclarar malentendidos y se ha mostrado partidario de esperar a ver en qué se concreta el código de conducta que está elaborando la UE para los rescates en el Mediterráneo. "Nostros ya respetamos todos los códigos de conducta habidos y por haber", ha asegurado.
Noguera ha incidido en que "el problema principal" estriba en que MSF (y otras ONG) están "haciendo un trabajo que consideramos que tienen que hacer otros que tienen los recursos para ello". A la ONG, su misión en el Mediterráneo le costó en 2016 10,4 millones de euros, algo más del 1 por ciento de los 989,4 millones que gastó en sus programas a nivel mundial.
"Lamentablemente vivimos en un contexto en el que necesitamos recursos para otras partes y nos pasamos el día tomando decisiones durísimas de a dónde ir a ayudar y a dónde no", ha explicado el presidente de MSF. "El día en que la UE se decida a solucionar este problema, ese día estaremos más que felices en atracar el barco e irnos a otro lado", ha asegurado.
En cuanto a la aparición de una organización derechista que pretende fletar un barco en el Mediterráneo para vigilar a las ONG y ayudar a los que los rescatados sean devueltos a Libia, Noguera ha dicho que a MSF no le preocupa "el hecho puntual, sino que sea el síntoma de algo mucho más global".
André Liohn / MSF
CRIMINALIZACIÓN DEL REFUGIADO
En este sentido, ha considerado que se trata de "una manifestación más de un discurso que parece que va calando" en los últimos años y que es el del "miedo y rechazo al diferente". Según Noguera, estamos viviendo un "fenómeno de criminalización del refugiado" en el que éste ha pasado de "ser una víctima de la guerra a ser un peligro potencial, una amenaza". "Este discurso es muy peligroso porque la gente al final puede comprarlo", ha añadido.
"Nuestra petición a la UE sigue siendo la misma desde hace tres años: respeten sus compromisos de acogida que ustedes mismos se han dado; creen una vía segura para que la gente no tenga que lanzarse al mar a presentar su caso; y organicen una operación de rescate y el día que la monten y la gente no se ahogue en el Mediterráneo nosotros estaremos encantados de retirarnos", ha resumido.
No obstante, ha dudado que esto vaya a ocurrir "a corto plazo". MSF lleva tres años con su misión de rescate en el Mediterráneo y "cada año hay más llegadas, más gente lanzándose al mar y por ende más muertos", ha señalado, explicando que su presencia "también tiene un componente más político" con el que buscan denunciar la situación y las "carencias" de la UE en la materia.
El presidente de MSF España ha admitido que para la organización el hecho de tener que trabajar en Europa, como lo están haciendo no solo en el Mediterráneo sino también en Grecia, Italia o Francia, "nos genera unas contradicciones muy fuertes" ya que les gustaría poder destinar esos fondos a otras de las muchas crisis humanitarias actuales, entre las que ha resaltado especialmente Siria, Yemen Sudán del Sur, Somalia, el lago Chad o República Centroafricana.