Ataque en Duma, en la zona de Ghuta
REUTERS / BASSAM KHABIEH
Actualizado: lunes, 27 noviembre 2017 19:58


MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

El recrudecimiento de los ataques en la zona siria de Ghuta Oriental, situada a las afueras de Damasco, ha generado "un gran número" de nuevas víctimas que añaden nuevas presiones a un sistema sanitario que ya está "por encima de sus límites", según Médicos Sin Fronteras (MSF), que ha alertado de un "desastre" para los pacientes.

Entre el 14 y el 26 de noviembre, los cinco hospitales apoyados por MSF en este área han tenido que hacer frente a 24 llegadas masivas de heridos. Las instalaciones registraron durante este periodo un total de 576 heridos y 29 fallecidos, de los cuales una cuarta parte han sido identificados como mujeres y niños menores de 15 años.

MSF ha advertido de que estas cifras no reflejan siquiera la magnitud de la ofensiva, en la medida en que sólo tienen en cuenta los centros apoyados por la organización, pero ha insistido en la necesidad de garantizar el funcionamiento de un sistema sanitario desbordado por los años de bloqueo y bombardeos.

En este sentido, la ONG ha instado en un comunicado a todas las partes a respetar el Derecho Internacional Humanitario y respetar toda la infraestructura civil, entre la que se encuentran también los centros médicos. Asimismo, ha reclamado al régimen de Bashar al Assad que autorice "cuanto antes" la entrada de medicinas y material médico.

El director de operaciones de MSF, Bertrand Perrochet, ha apuntado a raíz de la última ola de violencia que "incluso quienes se arriesgan a intentar llegar a un hospital o a una clínica pueden encontrarse con servicios reducidos por miedo a los bombardeos", mientras que "muchas instalaciones están consumiendo cantidades excepcionales de suministros médicos que tienen difícil reponer".

El hospital de Kafr Batna fue alcanzado el 20 de noviembre por dos cohetes que destruyeron un tanque de agua y paneles solares y provocaron daños en el ala de ingresos. Una ambulancia también quedó fuera de servicio en este centro, donde los médicos se vieron obligados a interrumpir los servicios durante dos días para poder reparar los elementos básicos.

Otros dos hospitales y una clínica apoyados por MSF interrumpieron sus servicios no urgentes entre el 15 y el 18 de noviembre por el miedo a posibles bombardeos.

RESERVAS

La falta de ayuda y el ritmo al que se están usando los suministros médicos ha llevado a MSF a dar la voz de alarma, ya que hay material que está completamente agotado y otros, como las bolsas de sangre, los antibióticos pediátricos o el suero intravenoso están ya "casi" a cero.

Perrochet ha subrayado que, "aunque las personas obtengan atención médica (en los hospitales) y puedan estar seguros, sin un enorme ejercicio para volver a reabastacer la zona con suministros esenciales, la capacidad de los médicos de salvar vidas estará cada vez más limitada".

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