Afirma que atiende a cerca de 50 nuevas víctimas al día, con más de 670 casos en el espacio de dos semanas
MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha señalado este martes que ha atendido a más de 670 víctimas de violencia sexual durante las últimas dos semanas en los campamentos de desplazados en los alrededores de la ciudad de Goma, en el este de República Democrática del Congo (RDC), una cifra que supone cerca de 50 nuevas víctimas al día.
MSF ha indicado que estas "impactantes" cifras "reflejan la extrema vulnerabilidad y el riesgo de violencia al que hacen frente los desplazados en la zona", situada en la capital de la provincia de Kivu Norte, escenario de un repunte de la inseguridad durante los últimos años.
Así, ha especificado que cerca del 60 por ciento de las víctimas fueron agredidas menos de 72 horas antes de acudir a las clínicas de MSF, lo que "ilustra la urgencia de la situación", en el contexto de combates entre el Ejército congoleño y numerosos grupos rebeldes que operan en esta zona del país africano.
Estos enfrentamientos han provocado que más de un millón de personas hayan huido de sus hogares desde marzo de 2022, con más de 600.000 desplazados buscando refugio en campamentos situados en las afueras de Goma, donde las situaciones son a menudo insalubres.
La organización ha detallado que entre el 17 y el 30 de abril atendió a 674 víctimas de violencia sexual en Bulengo, Lushagala, Kanyaruchinya, Eloime, Munigi y Rusayo --uno de los campamentos más nuevos y densamente poblados, donde se atendió a 360 personas--.
Sin embargo, ha alertado de que es probable que estas cifras son probablemente más bajas del número de incidentes reales, ya que sólo se contabilizan los casos en los que los equipos médicos llevaron a cabo consultas en los campamentos en los que están presentes.
"Cada día, una media de 48 nuevas víctimas de violencia sexual son atendidas por nuestros equipos en los campamentos de desplazados", ha dicho Jason Rizzo, coordinador de emergencias de MSF en Kivu Norte.
"Desde hace meses, nuestros equipos han estado atendiendo a un elevado número de casos, pero nunca a la escala catastrófica de las últimas semanas", ha señalado, antes de insistir en que se trata de "una emergencia médica y humanitaria".
MSF ha desvelado que la práctica totalidad de las víctimas son mujeres, mientras que la mayoría ha relatado haber sido agredidas cuando buscaban comida o leña en los alredeores de los campamentos de refugiados. En los casos de Rusayo, Bulengo y Kanyaruchinya, más de la mitad de las víctimas fueron atacadas por hombres armados.
"Una vez llegamos aquí, uno de mis hijos empezó a mostrar signos de desnutrición. No podía quedarme mirando sin hacer nada. Decidí ir al bosque para buscar madera para vender y comprar comida. Ahí fue cuando me crucé con los bandidos que me atacaron", dice una desplazada que reside en Rusayo.
A pesar de que diversas organizaciones humanitarias han incrementado sus actividades durante las últimas semanas, las condiciones de vida siguen siendo "desastrosas", según MSF, que destaca que muchos de los residentes no cuentan con acceso suficiente a comida, letrinas, agua y cobijo.
"Es urgente mejorar las condiciones de vida de la gente en los campamentos. Las necesidades básicas, como el acceso a la comida, el agua y la higiene, deben ser garantizadas. Se deben garantizar medidas de protección para mantener a salvo a las mujeres, en particular", ha remachado.