Refugiados rohingya en un río en Bangladesh
PAUL ANDREW JAWOR/MSF
Actualizado: jueves, 19 octubre 2017 15:49

MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Médicos Sin Fronteras ha alertado este jueves de la necesidad "urgente" de aumentar las actividades médicas y de mejorar el acceso al agua y a saneamiento en los asentamientos de refugiados rohingyas en Bangladesh.

En un comunicado, MSF ha dejado claro que las condiciones en las que viven los 582.000 refugiados rohingyas "son cada vez peores" y ha subrayado que "cubrir las carencias de agua potable y saneamiento es esencial para evitar una emergencia de salud pública".

La ONG ha contado que, desde que se inició la última ola de violencia el 25 de agosto, ha aumentado sus operaciones para dar respuesta a la crisis humanitaria que está viviendo el distrito bangladeshí de Cox's Bazar, al que han llegado todos los rohingyas que han huido del estado birmano de Rajine.

En poco más de 50 días, MSF ha tratado a más de 30.000 pacientes en el distrito de Cox's Bazar, lo que supone una cifra de personas "cinco veces mayor" que la de 2017 "en el mismo periodo de tiempo".

"Otras organizaciones tienen que dar un paso al frente e incrementar su respuesta a esta enorme crisis. Hay grandes necesidades sin cubrir en materia de refugio, acceso al agua potable, atención médica y distribución de alimentos", ha explicado el coordinador de emergencias de MSF, Robert Onus.

"Hay que hacer un enorme esfuerzo para que no aumente el riesgo de que aparezcan brotes epidémicos y para que el número de personas aquejadas de enfermedades no siga multiplicándose. Si no tomamos las medidas adecuadas, acabaremos viviendo una emergencia de salud pública", ha advertido.

MSF ha contratado a 800 trabajadores adicionales, con lo que la organización ha pasado de tener 200 personas en el terreno a un millar de empleados. Además, ha incrementado la capacidad hospitalaria en las instalaciones médicas de Kutupalong, lugar donde ya tenía establecido un proyecto regular desde 2009. El centro, que ha pasado de tener 50 a 70 camas, se ha reforzado con la construcción de nuevas salas y un incremento de la capacidad de aislamiento para pacientes con enfermedades infecciosas. El centro para pacientes hospitalizados proporciona servicios básicos de atención primaria y secundaria y es el más grande de MSF en Cox's Bazar.

Además, se está construyendo una segunda instalación con capacidad para hospitalizar pacientes en Balukhali y se espera que abra en los próximos días, poniendo el foco en salud materno infantil.

MSF ha señalado que se plantea abrir otras dos instalaciones en la región para atender el incremento de las necesidades de atención secundaria. Además, ya ha establecido puestos de salud adicionales y clínicas móviles, con las que se busca satisfacer la creciente necesidad de atención primaria en Kutupalong, Balukhali, Mainnerghona, Jamtoli, Unchiparang y a lo largo de los diversos puntos de entrada en la frontera.

"Más allá de la respuesta médica, mejorar la respuesta en materia de agua y saneamiento es esencial para prevenir la propagación de enfermedades", ha explicado Onus. "Con una población tan grande, el acceso a agua y saneamiento es crucial, y si el número de personas que huyen sigue aumentando, este trabajo continuará hasta diciembre", ha añadido.

En el marco de los esfuerzos para atender a los refugiados rohingyas en Bangladesh, MSF ha construido 200 letrinas, 34 pozos y un sistema de abastecimiento de agua por gravedad. En esta misma línea, MSF construirá 100 pozos profundos, 300 pozos poco profundos y 1.000 letrinas en los asentamientos improvisados de Balukhali y Kutupalong.

"Dado el enorme número de personas que hay en Kutapalong y Balukhali, y debido a los deficientes servicios de saneamiento e higiene que hay en la actualidad, se requiere de al menos 8.000 letrinas para ayudar a detener la propagación de enfermedades", ha señalado Onus.

"Con la llegada de más de 582.000 refugiados, que se suman a los 200.000 que ya estaban aquí, los vacíos en servicios e infraestructura son enormes", ha concluido.

En Unchiparang, uno de los asentamientos donde MSF brinda atención médica, las 33.000 personas que viven allí solo beben agua superficial no tratada y muchas de las pocas letrinas disponibles ya están desbordadas, por lo que los refugiados se ven obligados a hacer sus necesidades al aire libre, contaminando más el agua.

El experto en agua y saneamiento de Médicos sin Fronteras (MSF), Paul Jawor, ha alertado de que las terribles condiciones en las que viven allí los refugiados. "Raramente he visto a tanta gente, cientos de miles, viviendo en refugios improvisados y varados en una zona del tamaño de una pequeña ciudad europea, con muy poco acceso a servicios básicos. Se está implementando la asistencia, pero las necesidades de los refugiados, especialmente con respecto al agua limpia, son aún extremas", ha explicado.

Jawor ha contado que la prioridad de MSF ha sido asegurar que hubiera agua limpia y potable en la clínica que ha establecido en el asentamiento. "Debemos garantizar que la estructura de la salud no sea un lugar donde las personas puedan contraer otras enfermedades, en particular diarreas. El personal médico debe poder limpiar sus manos y material; los pacientes deben poder tomar sus medicamentos con un vaso de agua limpia", ha señalado.

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