MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado este martes la suspensión de su apoyo médico en Ghuta Oriental a consecuencia de los ataques por parte de hombres armados contra hospitales de la zona.
En su comunicado, ha detallado que el 29 de abril irrumpieron unos 30 hombres enmascarados en el hospital Hazeh para buscar a pacientes heridos, tras lo que robaron una ambulancia.
Asimismo, ha afirmado que el punto médico de Aftares, apoyado por MSF, recibió el impacto de varias balas tras dos días de combates en la zona. Ahora, sus médicos están atrapados, incapaces de recoger a los heridos y sin posibilidad alguna de evacuar a una zona más segura", ha lamentado.
"Por este motivo, suspenderemos nuestro apoyo médico a la región del Ghuta oriental hasta que existan señales claras de que las partes combatientes respetarán las instalaciones médicas", ha recalcado.
MSF ha manifestado que, según informes de los médicos a los que apoya en la zona, durante el 29 y el 30 de abril "los grupos armados de la oposición no mostraron absolutamente ninguna consideración por el estatus de protección de los pacientes, las instalaciones médicas y los médicos y sanitarios".
La ONG ha recordado que ha prestado apoyo remoto "a la mayoría de las instalaciones sanitarias de la zona" y ha establecido "una fuerte relación con los médicos", a los que ha ayudado "a mantener un espacio para ofrecer atención médica imparcial".
"En nombre de los médicos que apoyamos, condenamos en los términos más enérgicos la incursión armada a un centro de salud por parte de personas enmascaradas, la intimidación de los trabajadores de la salud y la toma de una ambulancia", ha dicho la responsable de operaciones de MSF en Siria, Brice de le Vingne.
En este sentido, ha expresado su "gran preocupación" por los enfrentamientos registrados en el interior y los alrededores de un hospital en funcionamiento, en el caso del punto médico de Aftares.
"Hablando por encima del sonido ensordecedor de los disparos, las enfermeras que gestionan el pequeño punto médico de Aftares nos dijeron que sus instalaciones han sido golpeadas por balas, que han logrado tratar a unos pocos heridos, pero solo pueden realizar cirugías menores y vendajes, y que no pueden negociar una evacuación de sus pacientes a instalaciones mejor equipadas", ha relatado.
Por ello, ha recordado que "los espacios médicos están protegidos por el Derecho Humanitario", agregando que "deben seguir siendo un lugar de humanidad en medio de la guerra, tratando a todos sobre la base de su necesidad médica".
MSF ha resaltado que ha emitido "peticiones claras" a los grupos armados que operan en la zona para comunicarles que el "considerable" apoyo que presta la ONG será suspendido "hasta que haya señales claras de que los beligerantes tomarán precauciones para asegurar el respeto de los pacientes, las instalaciones médicas y los trabajadores de la salud por igual".
En este sentido, ha manifestado que ningún arma ni persona que porte armas puede entrar en las instalaciones médicas; y que los pacientes deben considerarse fuera del conflicto, por lo que se deben tomar las debidas precauciones para evitar la acción directa o el fuego cruzado contra la asistencia sanitaria.
Por último, ha dicho que se debe permitir y facilitar el transporte de los heridos y otros pacientes, independientemente de su identidad, así como el movimiento sin obstáculos de las ambulancias; que las instalaciones médicas, sus bienes y suministros, y las ambulancias no deben ser utilizados con fines militares; y que se debe permitir la evacuación sin obstrucción de pacientes y médicos cuando necesitan trasladarse a un área más segura.
PREOCUPACIÓN DE LA ONU
Naciones Unidas expresó el lunes su "profunda preocupación" por el "deterioro" en la situación humanitaria y de seguridad en Ghuta Oriental, ubicado en los alrededores de la capital de Siria, Damasco, y sitiado por el Ejército desde 2013.
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, resaltó que en los últimos días se ha registrado un aumento de los enfrentamientos entre los grupos opositores armados que se encuentran en el lugar.
Los combates son muy parecidos a los desencadenados en abril de 2016, cuando murieron cientos de personas. Los enfrentamientos solo cesaron tras un acuerdo alcanzado en mayo en Qatar.
Esta rivalidad ha sido aprovechada por las fuerzas gubernamentales para tomar partes del enclave y hacerse con dos tercios de la zona que controlaban los rebeldes desde mediados de 2016.
"Desde marzo, las restricciones de acceso para suministros comerciales y humanitarios en Ghuta Oriental están causando un incremento en el precio de los productos básicos que necesitan las 400.000 personas que están atrapadas en el área", lamentó.
Asimismo, dijo que los hospitales, escuelas y otras infraestructuras civiles "siguen viéndose afectadas por las duras restricciones y los ataques aéreos, bombardeos y combates en tierra".
"Naciones Unidas no ha podido acceder a Ghuta Oriental desde octubre de 2016. La ONU está dispuesta a entregar de inmediato ayuda de emergencia para aquellos que lo necesiten si las partes del conflicto se ponen de acuerdo y respetan un alto el fuego", remachó.