MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado este jueves que se ha visto obligada a cerrar su centro de aislamiento para pacientes de COVID-19 en Moria, en la isla griega de Lesbos, por las multas y las amenazas legales de las autoridades locales en relación con las regulaciones urbanísticas.
El centro abrió el pasado 6 de mayo como "el único lugar de Lesbos que proporciona un espacio seguro para que la gente de Moria con síntomas de COVID-19 pueda aislarse y recibir atención médica".
Desde el 1 de julio, según informa la ONG, ha recibido varias multas y amenazas de "potenciales cargos penales" por parte de las autoridades locales por los planes urbanísticos, "a pesar de que el centro forma parte del plan de emergencia ideado por el Ministerio de Migración".
"Es increíble que estemos siendo obstaculizados por parte de las autoridades locales mientras intentamos proteger a las personas vulnerables", ha dicho el jefe de la misión de MSF en Grecia, Stephan Oberreit.
Oberreit ha considerado "profundamente decepcionante" que las autoridades locales no retiren esas multas y las amenazas de "potenciales cargos penales" en el marco de la pandemia de coronavirus.
MSF ha recordado que "aún existe el riesgo de que el coronavirus se propague por el cercano centro de recepción (de migrantes) de Moria, donde más de 15.000 refugiados viven en condiciones de hacinamiento y falta de higiene".
En este sentido, ha advertido de que "el cierre del centro de aislamiento --que reducirá significativamente la capacidad de respuesta a la COVID-19 en la isla-- podría tener consecuencias terribles si hay un brote en Moria".
"El sistema sanitario de Lesbos simplemente sería incapaz de gestionar la devastación provocada por un brote en Moria, que es por lo que vinimos", ha afirmado Oberreit. "Hoy, en contra de nuestra voluntad, tenemos que cerrar un componente crucial de la respuesta a la COVID-19 en Moria", ha lamentado.
MSF ha aprovechado para insistir en su llamamiento para evacuar a los 15.000 migrantes que permanecen en Moria hacinados y sin acceso a agua y jabón, incluidas más de 300 personas consideradas de alto riesgo en el contexto de la pandemia.
"No es la primera vez, y probablemente no será la última, que nosotros y otras organizaciones humanitarias se enfrenten a este tipo de obstáculos mientras intentamos cubrir el vacío dejado por las autoridades griegas y europeas en la asistencia a los migrantes y refugiados", ha reprochado el director de operaciones de MSF, Bertand Perrochet.
Pese a ello, MSF ha asegurado que está dispuesta a discutir con las autoridades griegas qué se puede hacer para reducir el riesgo de contagio de coronavirus en el centro de recepción de Moria mientras mantiene sus servicios de atención pediátrica, de salud mental y sexual y reproductiva en su clínica de Moria.